Recientemente, tanto Marvel como DC, dos de las compañías de cómics más grandes del mundo, perdieron el control exclusivo sobre los términos “superhéroe” y “superhéroes”. Durante décadas, ambas editoras habían mantenido la propiedad de estas palabras, protegiéndolas como marcas registradas. Sin embargo, un fallo de la Junta de Juicios y Apelaciones de Marcas de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos determinó que estos términos no podían ser monopolizados, ya que son conceptos amplios y fundamentales para el género de los cómics.
El conflicto comenzó cuando DC acusó al autor SJ Richold de infringir derechos de autor con su serie Superbabies. Richold respondió argumentando que ni Marvel ni DC podían apropiarse de un género entero, lo que llevó a una decisión histórica: los términos “superhéroe” y “superhéroes” pasaron al dominio público.
Esta resolución fue vista como un triunfo para la libertad creativa. El abogado Adam Adler celebró el fallo, afirmando que garantiza que los símbolos de heroísmo puedan ser utilizados por cualquier narrador. Aunque Marvel y DC seguirán empleando estos términos, la decisión abre nuevas oportunidades para que otras compañías y autores exploren el género sin limitaciones legales.