En el marco de la Expo Transporte ANPACT 2025, Holger Duerrfeld, vocero global de Mercedes-Benz, afirmó que México se ha convertido en el segundo mercado más importante del grupo Daimler a nivel mundial, solo detrás de Brasil, y que su papel será determinante en la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El ejecutivo sostuvo que el tratado “es un contrato muy importante y positivo para los tres países” y descartó una ruptura en la negociación prevista para 2026. “Se hará una negociación normal, con dos o tres cambios, pero la base no va a cambiar mucho. México necesita a Estados Unidos, pero Estados Unidos también necesita muchísimo a México. No es políticamente posible no llegar a una solución”, señaló.
Desde la perspectiva de la automotriz alemana, México ofrece una plataforma industrial sólida y una posición geopolítica estratégica, con capacidad instalada para atender un mercado “mucho más grande que el actual”. Dürgeld destacó que las plantas de Saltillo y Santiago producen el nuevo Cascadia de quinta generación, portador del distintivo Hecho en México, símbolo de calidad e innovación tecnológica.
En el ámbito interno, el vocero reconoció que el país enfrenta el reto de renovar un parque vehicular con unidades de más de 15 años de antigüedad, especialmente en transporte público y de carga. Consideró que los incentivos fiscales serían esenciales para acelerar la sustitución y celebró la nueva ley que prohíbe la importación de camiones con más de 10 años, medida que, dijo, “ya ayuda muchísimo a limpiar el mercado”.
Mercedes-Benz cuenta con más de 80 puntos de servicio posventa en territorio nacional y ha incorporado paneles solares y procesos de eficiencia energética en sus operaciones. Para Dürgeld, el mensaje es claro: México no solo ensambla, sino que impulsa la movilidad sostenible del continente. “El cliente está en el corazón de nuestra marca, y México está en el corazón de nuestro crecimiento global”, concluyó.
