En un nuevo y alarmante capítulo de tensión en Medio Oriente, Israel lanzó este viernes un ataque “preventivo” contra aproximadamente un centenar de objetivos estratégicos en Irán, incluidas instalaciones nucleares, militares y zonas clave en la capital, Teherán. El gobierno israelí justificó la operación con base en supuestas pruebas de que Irán estaba cerca de desarrollar armas nucleares.
La respuesta iraní no se hizo esperar. Poco después del bombardeo, Irán lanzó unos cien drones contra territorio israelí, los cuales fueron interceptados en su mayoría, según afirmó el gobierno de Tel Aviv. El presidente iraní prometió una represalia “contundente e inteligente”, mientras que el líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, advirtió que Israel enfrentará “graves consecuencias” por lo que calificó como un “crimen”.
Entre las víctimas del ataque se encuentran figuras clave del régimen iraní. Las autoridades confirmaron la muerte del jefe de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salami, del jefe del Estado Mayor, Mohamed Bagheri, y de al menos seis científicos vinculados al programa nuclear. Además, Irán reportó cerca de un centenar de heridos.
Estados Unidos negó cualquier participación en la operación. No obstante, el expresidente Donald Trump declaró que había sido informado con antelación. La Casa Blanca, por su parte, convocó de urgencia al Consejo de Seguridad Nacional.
Este episodio ocurre en un contexto de creciente presión internacional sobre Irán. Días antes, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aprobó una resolución que condena al país persa por incumplir sus compromisos nucleares. Mientras Israel acusa a Irán de estar a punto de fabricar bombas atómicas, Teherán insiste en que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles.
La comunidad internacional observa con preocupación la escalada entre dos potencias regionales cuyo enfrentamiento podría tener consecuencias globales.
Leave a Reply