En el marco del conversatorio “Que se nos haga costumbre, hablemos claro sobre el cáncer de mama”, la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC), junto con sus aliados del sector salud y empresarial, lanzó una campaña enfocada en la prevención y la detección temprana de esta enfermedad, con el fin de alentar a mujeres y hombres a realizarse chequeos médicos regulares y no limitar estos mensajes a solo un mes del año.
Mayra Galindo, directora general de la AMLCC, destacó que solo el 20.2% de las mexicanas de entre 50 y 69 años se han realizado una mamografía en los últimos dos años, cifra alarmante cuando se compara con el promedio de la OCDE, que es del 55%. Según Galindo, si el cáncer de mama se detecta a tiempo, puede curarse, por lo que es vital que las mujeres adopten la práctica de realizarse una mastografía anual.
La campaña hace énfasis en que el miedo a un diagnóstico debe transformarse en acción preventiva. “Esta enfermedad no significa muerte si se detecta temprano; es posible lograr la curación total”, afirmó Galindo, recordando que la prevención es la mejor estrategia para salvar vidas.
Rubi Espejo Foseca, gerente clínico de Salud Digna, complementó esta postura al señalar que, en 2023, el 87% de los casos diagnosticados en sus centros ya estaban en etapas avanzadas, resaltando la urgencia de incrementar las mastografías tempranas.
Por su parte, Rubén Ortiz, director de Asuntos Corporativos de Eli Lilly en México, subrayó el compromiso de su compañía con los pacientes de cáncer de mama. Ortiz explicó que, además de los tratamientos innovadores, Eli Lilly promueve un diagnóstico accesible y temprano, clave para mejorar las tasas de recuperación y la calidad de vida.
La doctora Rocío Grajales, oncóloga de la Clínica de Tumores de Mama del CMN Siglo XXI, también participó en el conversatorio, señalando la importancia del diagnóstico temprano y personalizado. Grajales advirtió que, para 2030, se proyecta que 30 millones de mujeres mexicanas estarán en edad de riesgo. Con tratamientos de precisión, la doctora subrayó que es posible reducir la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.
Rommy Méndez, paciente y colaboradora de la AMLCC, compartió su historia de lucha y recuperación. “AMLCC ha sido un parteaguas en mi vida, dándome las herramientas para enfrentar y entender esta enfermedad”, comentó. Enfatizó la importancia de la autoexploración y la consulta médica oportuna para enfrentar el miedo y actuar a tiempo.
La subdirectora general de la AMLCC, Alma Ortiz, concluyó el conversatorio destacando el trabajo de la asociación para impulsar políticas públicas que faciliten el acceso al diagnóstico temprano y tratamiento en instituciones de salud pública.
La campaña “Que se nos haga costumbre” no solo busca incrementar la conciencia sobre la detección temprana, sino también fortalecer la colaboración para garantizar que ninguna mujer quede sin atención adecuada.