La producción de papel utiliza grandes cantidades de agua, sin embargo, aproximadamente 80% vuelve a su fuente original después de ser reutilizada y tratada; mientras que 19.7% regresa a la atmósfera por evaporación y únicamente 0.3% del agua capturada permanece en el producto, de acuerdo con el documento Huella Hídrica del Papel, publicado por Two Sides.
Ecolab, líder mundial en sustentabilidad que ofrece soluciones y servicios de agua, destacó el desarrollo de la tecnología utilizada en el sector papelero y reconoció la necesidad de seguir avanzando para que las cifras de consumo de recursos sean aun menores y ello represente beneficios sustentables, operativos y económicos.
“Los índices de eficiencia han aumentado dramáticamente en las últimas décadas, por ejemplo, hace poco más de 60 años se utilizaban aproximadamente 120m3 de agua por tonelada de papel; mientras que en la actualidad, la misma cantidad de papel requiere únicamente 5m3. Número que puede reducirse aún más con la tecnología adecuada”, añadió Ray Vigil, director de la división de papel para Ecolab, Latinoamérica Norte.
El agua es fundamental en la fabricación de papel, ya que facilita el refinado, mezclado y transporte de fibras de celulosa. Por ello, es crucial optimizar los métodos y sistemas de producción para reducir el consumo de agua, energía, horas-hombre y emisiones, sin afectar la calidad del producto.
La producción de cartón para cajas y embalajes exige altos niveles de resistencia, especialmente ante el crecimiento del e-commerce impulsado por la pandemia. Hoy en día, existen tecnologías innovadoras que ofrecen hasta 3 veces más rendimiento en resistencia frente a las opciones tradicionales, lo que da a los productores ventajas en sustentabilidad y rentabilidad.
Datos de la Canacintra señalan que la demanda de cajas de cartón aumentó un 200% en 2021 y se espera que el mercado global de cartón corrugado crezca un 4.92% anual hasta 2029, alcanzando 248.47 millones de toneladas métricas, según Mordor Intelligence.
Gracias a avances científicos, es posible aumentar la eficiencia en la maquinaria, reducir desperdicios y mejorar la resistencia en la producción de cartón. Estos avances permiten un menor uso de aditivos, productos finales más ligeros y mayor efectividad en el transporte.
Como ejemplo, una empresa líder en cartón corrugado logró elevar su producción en 12,000 toneladas de papel anuales, con un valor añadido de 3.1 millones de dólares, además de reducir su consumo energético en 1.5 millones de kWh y evitar 976 toneladas de CO₂. La mayor resistencia también facilitó un refinado más eficiente, redujo la demanda de vapor y aumentó la velocidad de las máquinas.
“Es una creencia común que la producción de papel en general utiliza grandes cantidades de agua, pero hay que tener en cuenta que la huella hídrica de una fábrica de papel disminuye considerablemente gracias a la reducción, reciclaje, reutilización y reintegración del líquido al ciclo natural”, finalizó Ray Vigil, director de la división de papel para Ecolab.