La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) advirtió que la extensión de 90 días anunciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para la suspensión de nuevos aranceles a México, evita un choque comercial inmediato pero no resuelve el problema de fondo: nuestro país seguirá pagando altos costos por exportar.
Pese al “respiro” temporal, continúan vigentes aranceles del 25% para exportaciones que no cumplen con el T-MEC y para el sector automotriz, así como del 50% para acero, aluminio y cobre. Cargas que, según el sector empresarial, golpean directamente a industrias clave y restan competitividad a México.
En COPARMEX reconocen que esta prórroga abre espacio para el diálogo, pero advierten que las extensiones repetidas generan incertidumbre, frenan inversiones y dejan a la economía mexicana en un limbo comercial. “No se puede jugar con la volatilidad cuando América del Norte compite con bloques económicos consolidados”, señalaron.
El comercio bilateral alcanzó en 2024 más de 774 mil millones de dólares, y en mayo de 2025 México se mantuvo como principal socio comercial de Estados Unidos con un intercambio de 74.5 mil millones de dólares. Sin embargo, amenazar ese equilibrio con medidas unilaterales contradice el espíritu del T-MEC, subrayó el organismo.
COPARMEX llamó al Gobierno de México a usar estos 90 días para fortalecer su posición negociadora, garantizar certeza jurídica, resolver problemas de inseguridad y ofrecer energía competitiva, condiciones indispensables para mantener la inversión y las cadenas de suministro.
La organización también insistió en diversificar mercados para reducir la dependencia de Estados Unidos, explorando oportunidades en Europa, Asia, América Latina y aprovechando el nearshoring.
“Estos 90 días no son un regalo: son una prueba para ver si México sabe defender su competitividad y su lugar en el comercio internacional”, concluyó COPARMEX.