El Gobierno de México pondrá un alto a una práctica que, según productores, estaba dañando seriamente a la industria del calzado nacional. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que ya no se permitirá la importación temporal de zapatos terminados bajo el esquema IMMEX, un programa que, aunque creado para exportar, se usaba para meter millones de pares al país sin pagar impuestos.
Esto, explicó, provocó que gran parte de esos zapatos se vendieran aquí mismo de forma ilegal, dejando en desventaja a los fabricantes mexicanos. “Si quieres vender en México, compite en igualdad de condiciones”, dijo Ebrard durante un evento en León, Guanajuato, uno de los principales centros zapateros del país.
La medida, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum y solicitada por la Cámara Nacional de la Industria del Calzado, busca que cualquiera que importe pague el arancel correspondiente (mínimo 25%) y así proteger empleos y la producción local.
En los últimos cinco años, la producción de calzado en México cayó casi 13%, mientras que las importaciones por IMMEX se dispararon 159%. Con el nuevo decreto, el gobierno espera cerrar esa puerta y darle un respiro a los zapateros nacionales.