En su Primer Informe de Gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no solo presentó avances internos en materia económica y social, sino que envió un mensaje a los mercados internacionales: México se mantendrá como uno de los países más abiertos al comercio, pese al endurecimiento arancelario de Estados Unidos, y buscará blindar su economía a través de la diversificación comercial.
Un entorno global adverso
La mandataria reconoció que “el mundo entero ha enfrentado situaciones complejas frente a la nueva realidad arancelaria establecida por el gobierno de Estados Unidos”. En este contexto, aseguró que México ha logrado preservar una relación de respeto mutuo con su principal socio comercial y que el país ostenta una posición única: es la nación con el menor promedio de tarifas arancelarias en todo el mundo.
La declaración busca disipar incertidumbre entre inversionistas y empresas exportadoras que dependen del T-MEC. De acuerdo con Sheinbaum, el país trabaja con distintas secretarías para garantizar que, en el marco del tratado, México siga accediendo a mejores condiciones para sus productos y servicios.
Un dato político clave fue su anuncio de que en dos días se reunirá con Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU., para establecer un nuevo marco de colaboración en seguridad y comercio. Este encuentro podría marcar el rumbo de la relación bilateral en un momento en que Washington revisa sus cadenas de suministro y ajusta sus políticas de importación.
Diversificación más allá del T-MEC
El mensaje presidencial también giró hacia la diversificación de mercados. Sheinbaum informó que en las últimas semanas se firmaron acuerdos de entendimiento con Brasil, además de preparar la recepción del primer ministro de Canadá y el presidente de Francia. También destacó la actualización del acuerdo comercial con la Unión Europea, lo que abre la puerta a nuevos flujos de inversión y exportación.
Con ello, el gobierno busca reducir la dependencia de un solo mercado y aprovechar oportunidades en regiones como Sudamérica y Europa. Para el sector privado, este movimiento representa una señal de que la administración mexicana intentará construir un “seguro de riesgo” frente a la volatilidad política y arancelaria en Norteamérica.
Migración y costo-país
En el terreno migratorio, la presidenta presentó el programa “México te abraza”, que ha atendido a más de 86,000 connacionales con transporte, albergue temporal y comida caliente en su retorno al país. Además, reforzó la atención consular en Estados Unidos mediante la contratación de abogados, la línea migrante y la simplificación de trámites.
Si bien este apartado responde a una lógica social, también tiene un componente económico: se trata de recursos destinados a sostener la relación bilateral y proteger a una comunidad que aporta más de 64,000 millones de dólares en remesas anuales, uno de los motores más sólidos de la economía mexicana.
Contexto económico favorable
El discurso exterior se enlazó con los resultados macroeconómicos internos. Pese al escenario global, México mantiene fortaleza económica:
- Crecimiento del PIB en 2025 estimado en 1.2%, frente a los pronósticos de caída de organismos internacionales.
- Inversión extranjera directa récord de más de 36 mil millones de dólares en el primer semestre.
- Inflación anual de 3.5% en julio, la más baja desde enero de 2021.
- Desempleo en 2.7%, uno de los menores del mundo.
- Ingresos federales por 5.95 billones de pesos hasta agosto, un alza real de 8.5% frente a 2024.
- Deuda pública en 50% del PIB, estable y bajo parámetros internacionales.
Estos números fortalecen la narrativa presidencial de que México ofrece estabilidad macroeconómica incluso bajo la presión de un vecino que ajusta tarifas y normas comerciales.
Señal al empresariado mexicano
Sheinbaum aprovechó para convocar al sector privado a sumarse al Plan México, su estrategia de desarrollo industrial y diversificación productiva. Recordó que ya se han puesto en marcha cinco polos de desarrollo económico, ocho en el corredor interoceánico y 18 de los 100 parques industriales anunciados.
La apuesta es clara: el Estado promueve infraestructura y condiciones regulatorias, mientras el capital privado aporta inversión productiva que garantice empleos mejor remunerados. “México requiere empresarios más activos, visionarios y profundamente comprometidos con el futuro de la nación”, sentenció.
Un mensaje para los mercados
El tono del Primer Informe buscó posicionar a México como un país resiliente frente al nuevo ciclo de proteccionismo global. Con cifras que destacan en inversión extranjera, inflación controlada y deuda estable, Sheinbaum intenta transmitir que la economía mexicana no solo soporta las tensiones arancelarias de Estados Unidos, sino que está ampliando su horizonte hacia Europa y Sudamérica.
En un mundo en el que las cadenas de suministro y los bloques comerciales se reconfiguran, el discurso presidencial fue menos político y más económico: un llamado a confiar en la capacidad del país para mantenerse competitivo y atractivo para la inversión, aun en medio de turbulencias externas.