El secretario de Hacienda, Édgar Amador, entregó a la Cámara de Diputados el Paquete Económico 2026, documento que proyecta ingresos históricos por 8.7 billones de pesos, impulsados por una recaudación tributaria que alcanzará 5.8 billones, equivalente a 15.1% del PIB, el mayor nivel registrado en el país.
La estrategia combina expansión social, inversión productiva y disciplina fiscal. En materia social, se destinará el equivalente a 3% del PIB, beneficiando directamente a 82% de las familias mexicanas. Entre los programas prioritarios destacan la Pensión Mujeres Bienestar, que dará cobertura universal a mujeres de 60 a 64 años, y la integración del IMSS-Bienestar, con lo que se busca garantizar acceso universal a la salud.
En paralelo, el gobierno apuesta por la inversión productiva bajo el Plan México, con recursos por más de 228 mil millones de pesos para proyectos estratégicos. Sobresalen la expansión ferroviaria en los tramos AIFA–Pachuca y Querétaro–Irapuato, la modernización de corredores carreteros como Ciudad Valles–Tampico y Saltillo–Monclova, además de obras portuarias, hídricas y agrícolas. Estas inversiones, de acuerdo con Hacienda, detonarán empleos y fortalecerán la competitividad regional.
El Paquete Económico 2026 también introduce medidas fiscales de alto impacto en negocios y consumo. Entre ellas, la eliminación de la deducibilidad de tres cuartas partes de las cuotas que los bancos pagan al IPAB, y un ajuste al IEPS aplicado a bebidas azucaradas y tabaco, con el doble propósito de incentivar hábitos más saludables y fortalecer los ingresos públicos.
México llega a este debate con fundamentos sólidos: en 2025, el PIB superó expectativas, la inflación bajó a 3.5%, y la Inversión Extranjera Directa alcanzó un récord de 34 mil millones de dólares en el segundo trimestre. Para 2026, el déficit fiscal se estima en 4.1% del PIB y la deuda en 52.3%, cifras que buscan garantizar estabilidad macroeconómica mientras se amplía la cobertura social y la inversión estratégica.
