El comercio entre India y México históricamente ha estado por debajo de su potencial. Pese a que ambas economías son relevantes a nivel global, el intercambio apenas alcanza los 12 mil millones de dólares anuales, menos del 0.5% del comercio total de ambos países. Rahul Garg, fundador y CEO de Moglixy Credlix, asegura que esta cifra podría multiplicarse en la próxima década gracias a iniciativas como India-México Connect.
“Las capacidades de manufactura de India se alinean con las ventajas de nearshoring de México. Con nuestra plataforma reducimos tiempos y costos hasta en un 70% en sectores clave como el eléctrico, automotriz, textil, aeroespacial y químico”, explica Garg en entrevista.
Conectar a 20 mil proveedores indios con México
Moglix, es la plataforma de comercio electrónico para cadenas de suministro más grande de Asia. Conecta a grandes fabricantes y miles de PYMEs en Asia, Estados Unidos, Medio Oriente y ahora también en México. Su propuesta es facilitar el acceso de los fabricantes mexicanos a más de 20 mil proveedores indios certificados, a través de un modelo digital que simplifica compras, logística y documentación aduanera.
La diferencia clave, subraya Garg, está en la confianza y la trazabilidad. “Nuestra plataforma tecnológica reduce en 75% el tiempo de descubrimiento de proveedores y en 90% los plazos de financiamiento. Lo que antes tomaba meses, ahora puede resolverse en semanas o incluso días”.
Financiamiento ágil para las PYMEs exportadoras
El brazo financiero, Credlix, busca resolver uno de los mayores obstáculos de las PYMEs mexicanas: el acceso al capital de trabajo. Mientras que los exportadores suelen esperar entre 60 y 90 días para recibir pagos, Credlix ofrece financiamiento el mismo día, sin garantías, hasta por el 90% del valor del envío.
A nivel global ya han financiado 750 millones de dólares, de los cuales 50 millones se han destinado a empresas mexicanas. “Mi visión es empoderar a las PYMEs en ambos lados del Pacífico, permitiéndoles expandirse de manera más rápida, sostenible y resiliente”, apunta el CEO.
Coindustrialización, no competencia
El programa no busca desplazar a la industria mexicana, sino complementarla. “India puede proveer materias primas y componentes, mientras que México agrega valor con su capacidad de manufactura y cercanía a Estados Unidos. Se trata de coindustrialización, no de sustitución”, destaca Garg.
En sectores como el textil, autopartes y aeroespacial, esta colaboración permitirá competir en mejores condiciones frente a proveedores de China, diversificando además las cadenas de suministro.
El reto: pasar de lo privado a lo estratégico
Si bien India-México Connect es una iniciativa empresarial, Garg enfatiza la necesidad de un mayor respaldo institucional. Acuerdos para flexibilizar aduanas, estandarizar regulaciones y fortalecer el financiamiento a PYMEs serían claves para consolidar a India como un socio estratégico de México, al nivel de Estados Unidos y China.
El directivo confía en que la relación bilateral ganará protagonismo en los próximos años: “El futuro está en construir cadenas de suministro más fuertes y resilientes. México e India tienen fortalezas y capacidades que se complementan. Ahí es donde está la oportunidad de crecer”.
