Las lluvias de las últimas semanas han dejado calles inundadas, casas dañadas y familias enteras tratando de salvar lo poco que les queda. Y, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), la mayoría de los hogares que sufren estos daños no tiene ningún tipo de protección financiera.
De acuerdo con la AMIS, en Guerrero apenas el 11% de las viviendas está asegurado, en Puebla el 15% y en Veracruz el 17%, muy por debajo del promedio nacional, que es de 26%. En otras palabras: de cada diez familias afectadas por una tormenta, ocho o nueve tienen que pagar solas los daños.
El problema no es menor. Las lluvias, deslaves e inundaciones no solo destruyen casas, también golpean la economía familiar y local. Cada temporada, cientos de personas pierden su patrimonio y tardan años en recuperarse.
Por eso, la AMIS pidió a la población mantenerse alerta y seguir las indicaciones de Protección Civil, pero también revisar si su póliza de seguro realmente cubre daños por lluvia o fenómenos naturales. Muchas veces las personas creen que su casa está protegida, pero las coberturas hidrometeorológicas (que incluyen granizo, huracanes o desbordamientos) no siempre están incluidas por defecto.
El organismo aseguró que las compañías de seguros ya están listas para evaluar los daños de los asegurados y que trabajan coordinadas con las autoridades para ingresar a las zonas afectadas tan pronto sea seguro hacerlo.
Además, puso a disposición su directorio de aseguradoras en https://sitio.amis.com.mx/directorio, donde se pueden consultar teléfonos y contactos directos para recibir orientación.
“El seguro no evita la pérdida, pero puede marcar la diferencia entre recuperarse o empezar de cero”, enfatiza la AMIS, que insiste en fortalecer la cultura de la prevención financiera ante los riesgos naturales que cada año golpean más fuerte al país.