En plena carrera por modernizar su economía digital, México podría llegar a la revisión del T-MEC 2026 sin una estrategia clara en inteligencia artificial (IA), gestión de datos ni ciberseguridad, tres ejes que ya son prioridad en las políticas regulatorias de Estados Unidos y Canadá.
Esto lo declararon, a pregunta expresa de Novus News MX, el director de Dominio de Infraestructura en IDC, Alberto Arellano, y el director general de Dell Technologies México, Juan Francisco Aguilar, durante su participación en el Dell Technologies Forum 2025. Ambos coincidieron en que el país debe acelerar la construcción de un marco sólido de gobernanza de datos para mantener su competitividad regional y aprovechar la transición digital del comercio norteamericano.
“Sin dato no existe inteligencia artificial. México necesita un framework que permita gestionar, limpiar y conectar la información dispersa que hoy existe en miles de formatos: imágenes, datos no estructurados o almacenados en servidores desconectados”, explicó Arellano.
Aguilar añadió que la IA será una herramienta esencial para que México se integre plenamente a los estándares tecnológicos del T-MEC. “La inteligencia artificial ayudará a reducir costos logísticos, pero también exigirá cumplir con nuevas normas en automatización y ciberseguridad”, apuntó.
El valor del dato en la economía digital
México genera diariamente un billón de datos, provenientes de sensores industriales, plataformas públicas y dispositivos conectados. Sin embargo, la mayoría no se traduce en valor económico.
De acuerdo con datos de la OCDE, solo una de cada diez empresas mexicanas utiliza analítica avanzada o inteligencia artificial en su operación. En Estados Unidos, la proporción supera el 40%.
Para los especialistas, el país necesita plataformas nacionales de gestión de datos (data management) que integren información pública y privada, permitiendo desarrollar casos de uso con retorno de inversión tangible. “Los datos son el combustible de la nueva economía, pero México aún no ha aprendido a refinarlos”, coincidieron.
IA, T-MEC y la regulación pendiente
Durante el diálogo, Arellano ejemplificó el desafío con el caso del sector transporte y logística, al señalar que muchas empresas mexicanas reconocen el potencial transformador de la inteligencia artificial en sus operaciones, pero permanecen a la espera de la próxima renegociación del tratado de libre comercio antes de adoptar soluciones tecnológicas.
De acuerdo con el especialista, esa actitud refleja una barrera estructural: la dependencia de la regulación antes que la acción. Explicó que las organizaciones no deberían esperar a que existan leyes locales o lineamientos específicos para implementar proyectos de IA, ya que en el ámbito internacional existen múltiples marcos de gobernanza y estándares que México puede aprovechar y adaptar desde ahora.
Arellano subrayó que el avance tecnológico no puede supeditarse al calendario regulatorio, pues los países que actúan primero son los que terminan definiendo las reglas del juego.
Según estimaciones de IDC, la aplicación de inteligencia artificial en el comercio regional podría reducir los costos logísticos hasta en 20% y mejorar los procesos de cumplimiento aduanal.
Aguilar añadió que el sector transporte y logística será el que más inversión tecnológica reciba en 2026, con un crecimiento mensual promedio de 8%, impulsado por el nearshoring y la digitalización de los corredores México–Estados Unidos–Canadá.
“Si México quiere seguir siendo relevante en la ecuación del T-MEC, deberá acelerar la implementación de políticas de seguridad, IA y gestión de datos”, advirtió.

