En 2023, la inseguridad en México generó pérdidas de 124.3 mil millones de pesos al sector empresarial, equivalentes al 0.51% del PIB, según la ENVE 2024 del INEGI. Este entorno desfavorable afectó al 27.2% de las unidades económicas, marcando un incremento frente al 24.6% reportado en 2021.
Los delitos más frecuentes fueron la extorsión, el robo de bienes y el robo hormiga, que sumaron el 58.8% de los casos reportados. Pese a una reducción del 10% en la incidencia general de extorsión, su modalidad presencial duplicó su impacto. Además, el 90.3% de los delitos no fueron denunciados, perpetuando la desconfianza en las autoridades y dificultando políticas efectivas.
Por empresa, las pérdidas promedio alcanzaron 54,451 pesos, afectando especialmente a grandes corporativos y al comercio. El transporte de mercancías resultó crítico: el 52.2% de las empresas lo percibió como inseguro, destacando la vulnerabilidad de las pequeñas y medianas empresas.
La inseguridad no solo erosiona la economía empresarial, sino que también limita el desarrollo, con el 59.1% de las empresas señalándola como su principal desafío. Estas cifras evidencian la urgencia de fortalecer la seguridad y la confianza en las instituciones para garantizar un entorno económico sostenible.