Ni la aplicación de la más alta tecnología en empresas privadas u organismos públicos está siendo suficiente para frenar la corrupción ni evitar la pérdida de información valiosa, lo cual puede derivar en quebrantos millonarios y beneficios para la delincuencia organizada, advirtió Elías Cedillo, CEO de Grupo BeIT, empresa especializada en soluciones tecnológicas.
Para el ejecutivo, si se confirman los casos de presunto lavado de dinero del narcotráfico en Vector, CIBanco e Intercam; el robo dirigido de camiones con concentrado de oro y plata; y el huachicol en cualquiera de sus modalidades, todos tienen un elemento en común: el flujo de información desde el interior de las propias empresas.
“El 80% de los ciberataques proviene del interior. Lo vimos con los bancos mexicanos, también sucede con el huachicol. Hay tecnología para prevenir todo esto: en el transporte, por ejemplo, los robos pueden monitorearse vía satelital; en el sector financiero hay niveles de compliance, regulaciones importantes… pero al final del día, el factor humano es el que rompe todo”, afirmó Cedillo, cuya empresa ya cuenta con 19 años en el mercado.
“Aunque la tecnología existe, si el factor humano decide romper las reglas, hay firmas, hay directivos detrás. Los sistemas siguen siendo controlados por personas, igual que en el gobierno. El punto es que el factor humano es, definitivamente, el eslabón más débil”.
“Sin lugar a dudas, se trata de un tema social, ético y cultural. Desafortunadamente, es eso lo que nos impide avanzar, por ejemplo, en el combate al huachicol”, subrayó.
Cedillo también destacó que el gobierno mexicano ya cuenta con información detallada de sus ciudadanos, incluyendo identificaciones biométricas como el escaneo del iris; sin embargo, los problemas persisten.
Grupo BeIT advirtió que el sector productivo del país enfrenta desafíos sin precedentes en materia de seguridad digital, eficiencia operativa e innovación tecnológica, en gran parte debido a las crecientes pérdidas financieras provocadas por los ciberataques, según datos de firmas como Gartner.
En el último año, el 91% de las organizaciones industriales en México sufrió incidentes cibernéticos con impactos económicos que alcanzaron los 500 mil dólares por evento.
Durante 2024, México fue blanco de más de 80 mil millones de intentos de ciberataques, lo que lo posiciona como uno de los países más atacados en América Latina, según la Asociación Mexicana de Ciberseguridad.
Hoy, los riesgos para las empresas mexicanas se encuentran en lo intangible. El 67.5% ya identifica la ciberseguridad como su principal riesgo operativo, particularmente en entornos de Tecnología Operacional (OT) y de nube, donde se resguardan datos en internet.
“El reto es claro: las empresas necesitan más que herramientas. Requieren estrategia, agilidad, visión tecnológica y un enfoque integral que alinee seguridad, operación e innovación. Y esto no aplica solo a México”, concluyó el ejecutivo.
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