La Organización Mundial de la Salud advierte que 1 de cada 4 personas que se someten a una cirugía puede tener complicaciones después del procedimiento. Eso significa que el momento más crítico no termina en el quirófano, sino en los días que siguen.
Y es que, en algún punto de la vida, la mayoría de nosotros podríamos necesitar una cirugía, ya sea para prevenir un problema o para tratar algo más serio. Por eso, saber cómo cuidarse después de una operación es clave para evitar riesgos y recuperarse bien.
Los cuidados postoperatorios ayudan a detectar a tiempo cualquier complicación, como fiebre, dolor inusual, enrojecimiento, mal olor o sangrado en la zona de la herida. Estos síntomas, si no se atienden, pueden agravar el estado de salud.
La Dra. Cynthia Vega, especialista de PiSA Farmacéutica, recuerda que el tipo de cirugía influye en los riesgos, pero que en la mayoría de los casos se pueden evitar problemas con algunas acciones básicas:
- Descansar lo suficiente y evitar movimientos bruscos.
- Seguir al pie de la letra las instrucciones de higiene de la herida.
- Tomar los medicamentos en el horario indicado.
- Cumplir con los cuidados adicionales sugeridos por el médico.
“La recuperación también es un trabajo en equipo entre el médico, la enfermería y el paciente”, explica la doctora Vega. El objetivo es que el paciente se sienta seguro, sepa qué hacer y pueda asumir un rol activo en su salud.
Cuidarse después de una cirugía no es opcional, es parte del tratamiento. Y hacerlo bien puede marcar la diferencia entre una recuperación tranquila o una situación de riesgo.