Este 22 de julio, medios internacionales confirmaron la muerte de Ozzy Osbourne a los 76 años, figura legendaria del rock y eterno vocalista de Black Sabbath, banda que revolucionó el heavy metal desde los años 70.
Con su estilo irreverente, voz inconfundible y presencia imponente, Osbourne se convirtió en un ícono cultural que trascendió la música para dejar huella también en la televisión, la moda y la historia del rock.
A lo largo de más de cinco décadas de carrera, Ozzy no solo lideró himnos como Paranoid, Iron Man o War Pigs, sino que también se reinventó como solista, acumulando millones de seguidores alrededor del mundo.
Su influencia marcó a generaciones de músicos y fanáticos, que hoy despiden a una leyenda que desafió límites, escandalizó a la prensa y, sobre todo, hizo del escenario su reino. El mundo del metal está de luto, pero su legado vivirá con cada acorde.