“Partida” es una historia de tensiones laborales, humanidad fracturada y comedia negra, filmada con precisión y entrega en los foros de TV UNAM
En entrevista para Novus News MX, el actor Quetzalli Cortés compartió que no audicionó para “Partida” como se hace tradicionalmente. Fue el propio director y guionista, Luis Ayhllón, quien lo invitó a su casa. “Leímos un par de escenas y al terminar me dijo: ‘Necesitaba escucharte, me habían recomendado mucho tu trabajo, pero necesitaba trabajar contigo y escucharte un poco. Y sí, es justo lo que estoy buscando’”, recordó el actor que le dio vida a “Lucas”.
Semanas más tarde, Cortés se encontraba ya rodando con dos figuras que siempre admiró: Álvaro Guerrero, a quien considera uno de los mejores actores de México, y Rodrigo Vázquez, a quien seguía desde su participación en “Noche de reyes o como quieran” de Ludwik Margules en 2005. “Era un sueño trabajar con ellos. De pronto estaba ahí, con esos dos monstruos de la actuación, en una película súper compleja, con personajes que había que llenar de humanidad, en un foro de TV UNAM, entrando a las 10 y saliendo a las 5”.
Trabajar con Guerrero y Vázquez fue un reto emocional, técnico y humano. “Tenía mucha emoción, pero también mucho nervio. Somos tres personajes encerrados en un solo espacio durante toda la película. Intentar estar a la altura de ellos me daba vueltas en la cabeza”, confesó Cortés.
La convivencia, sin embargo, fluyó. “Fue un regalo. Al ser una producción independiente, compartíamos un pequeño camerino en los foros de TV UNAM. Hicimos muy buena química. Era genial, porque afuera nos llevábamos increíble y adentro nos íbamos a lugares densos. Eso te da la confianza para soltarte, explorar y buscar más”.
Lucas: una humanidad difícil de abrazar
Construir a Lucas fue, ante todo, encontrar las capas ocultas del personaje. “Son personajes complejos. No diría que son buenas personas. No son malos, son humanos. Y están arrinconados”, dice. La historia comienza con la noticia de que uno de los dos abogados, el personaje de Álvaro Guerrero o el suyo, será despedido. “Es gente acostumbrada a hacer lo que tenga que hacer para triunfar. Y se descosen. La película muestra esa descomposición”.
Uno de los retos más delicados para Quetzalli fue interpretar con honestidad escenas con las que personalmente no comulga. “Hay una en la que Lucas habla pestes de los migrantes. Yo, Quetzalli, pienso todo lo contrario. Pero entendí que no había que perdonar a Lucas, había que irse con todo. Esta es su manera de pensar. Y convertirte en lo que estás criticando es una forma poderosa de hacer una crítica”.
Cine hecho a mano: arte con alma
“Partida” es una película independiente realizada por TV UNAM y Dodo Escenas. “Se hizo con cuidado, con amor, con las uñas. Metafóricamente hablando, está hecha a mano. El arte, la fotografía, el set… todo el mundo ha comentado que no parece una película de bajo presupuesto”.
Aunque la cinta se basa en una obra de teatro escrita por Ayhllón hace años, la experiencia fue totalmente cinematográfica. “No se sentía como estar en un escenario. Se sentía como llegar a una oficina real, con historia. Y eso ayudó mucho a la actuación”. Cortés destacó el trabajo del director de arte, Andrés Mendoza. “Se estuvieron ‘robando’ todo TV UNAM para montar esa oficina. Y quedó fantástica. Tenía vida”.
El público ha respondido con comentarios inquietantes. “Mucha gente se nos ha acercado diciendo: ‘Eso pasa en mi oficina’. Y otros, peor: ‘Se quedaron cortos’. Lo cual es preocupante”, compartió Quetzalli.
Sobre si existe un mensaje en “Partida”, el actor aseguró que “Luis (el director) no mastica las cosas para el espectador. Cada quien se lleva su experiencia. No hay moralejas, pero sí un espejo. Ver estas humanidades y pensar: ‘Yo tengo un poco de eso, un poco del otro…’ y ojalá no sentir orgullo de eso. Que haya una reflexión, al menos”.
¿Dónde ver la película?
Actualmente, “Partida” se encuentra en exhibición dentro de la Cineteca Nacional y, por lo pronto, continuará dos semanas más. “Después, no sabemos. Estamos enviándola a cuántos festivales podamos. Ganamos mejor película independiente en un festival en Medio Oriente. Se está haciendo su propio camino”, cuenta el actor.
Para Cortés, más allá del reconocimiento, lo importante es que el público la vea. “No se hizo para llenar nuestras arcas. Se hizo por amor. Y creo que eso se nota (…) Espero que nadie vea la película y diga: ‘Soy Lucas’. O, peor, ‘¡Qué padre, soy los tres!’” concluye entre risas Quetzalli Cortés, con la certeza de haber encarnado una historia que, pese a su oscuridad, busca iluminar.