En América Latina, las aplicaciones de préstamos fraudulentos se han convertido en un riesgo creciente para los usuarios de servicios financieros digitales. De acuerdo con un análisis de ESET, empresa especializada en ciberseguridad, entre 2021 y 2024 se detectaron más de mil apps maliciosas en la región, especialmente en países como México, Colombia y Chile.
Estas aplicaciones de préstamos fraudulentos suelen promocionarse en WhatsApp, Facebook, TikTok o YouTube, haciéndose pasar por bancos o financieras reconocidas. Su objetivo es obtener datos personales y bancarios de los usuarios, o incluso extorsionarlos para obtener dinero. El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX ha advertido que el problema no es menor: 3 de cada 10 personas que pidieron un préstamo vía app en México fueron víctimas de fraude, según una encuesta de Kardmatch.
Señales de alerta de préstamos fraudulentos
Para evitar caer en estos engaños, ESET recomienda poner atención a algunos puntos clave:
- Origen de la descarga: nunca instales apps desde enlaces en redes sociales o mensajes; hazlo solo en tiendas oficiales como Google Play o App Store.
- Ofertas irreales: tasas bajísimas, aprobación inmediata o dinero sin requisitos son focos rojos.
- Pagos por adelantado: ningún préstamo legítimo solicita dinero previo a otorgar el crédito.
- Reseñas dudosas: comentarios demasiado positivos o múltiples quejas de fraude son señales claras.
- Permisos excesivos: si la app pide acceso a contactos, fotos o ubicación, lo más probable es que busque extorsionar.
Qué hacer si ya la descargaste
Si instalaste una app sospechosa, lo recomendable es desinstalarla de inmediato, reiniciar el dispositivo, pasar un análisis con un antivirus y cambiar las contraseñas de tus cuentas. En casos graves, puede ser necesario restaurar el teléfono de fábrica.
Además, especialistas aconsejan denunciar ante la Guardia Nacional (en México) u organismos equivalentes en otros países, y reportar la aplicación en las tiendas oficiales.
La lección es clara: en un entorno donde conviven apps seguras y fraudulentas, la mejor defensa es la prevención. Verificar la procedencia, leer la letra chica y desconfiar de ofertas demasiado buenas puede salvar a los usuarios de perder dinero o ser víctimas de extorsión digital.