Después de casi cuatro décadas liderando una de las publicaciones más influyentes de la industria de la moda, Anna Wintour dejará su cargo como editora en jefe de Vogue Estados Unidos, poniendo fin a una era marcada por su estilo inconfundible, influencia global y capacidad para redefinir las reglas del periodismo de moda.
La noticia fue comunicada este miércoles al equipo editorial de Vogue, según confirmaron fuentes internas de Condé Nast. Wintour, de 75 años, mantendrá sus funciones como directora global de contenido de Condé Nast y directora editorial global de Vogue, cargos desde los cuales continuará supervisando la estrategia editorial de las diferentes ediciones internacionales de la revista.
Wintour asumió el cargo en 1988 y, desde entonces, no solo consolidó a Vogue como el referente indiscutible de la moda a nivel mundial, sino que también modernizó su visión editorial. Fue pionera en combinar alta costura con cultura pop, impulsó las carreras de decenas de diseñadores emergentes, y cambió el rumbo de la revista al incorporar nuevas voces, diversidad y rostros poco habituales en las portadas de entonces.
Bajo su liderazgo, Vogue se convirtió en un espacio de influencia cultural, donde se discutieron no solo tendencias de moda, sino también temas sociales, políticos y de inclusión. Además, Wintour transformó la Met Gala en uno de los eventos culturales más relevantes y mediáticos del calendario anual, proyectando la moda hacia nuevas audiencias.
La salida de Wintour como editora en jefe marca un punto de inflexión en la historia de la revista. Si bien continuará vinculada a la toma de decisiones globales, su retiro del cargo operativo en la edición estadounidense deja abierta la pregunta sobre quién tomará el relevo y cómo se redefinirá el legado de Vogue en un contexto mediático cada vez más cambiante.
Por ahora, desde Condé Nast no se ha anunciado quién ocupará su lugar al frente de la edición estadounidense.
