En los últimos años, el ecosistema emprendedor en México ha experimentado una transformación significativa con el crecimiento de las llamadas empresas de impacto. Estas organizaciones no solo buscan generar rentabilidad, sino también contribuir de manera positiva al ámbito social, ambiental y económico del país.
De acuerdo con un análisis realizado por Impact Hub y Fomento Social Banamex, actualmente existen al menos 140 empresas en México que operan bajo este modelo de negocio, generando ventas anuales por más de mil millones de pesos. Además, han creado más de 4,040 empleos directos y han impactado a 52,680 personas, lo que demuestra su capacidad para generar cambios estructurales en la sociedad.
Un fenómeno en crecimiento
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es que el 71% de estas empresas fueron fundadas en la última década, evidenciando el auge del emprendimiento con propósito. Esto refleja un cambio en la mentalidad empresarial, donde cada vez más emprendedores buscan integrar soluciones innovadoras a los desafíos sociales y ambientales del país.
Además, la diversidad es una característica destacada dentro de este ecosistema. De las 233 personas fundadoras de estas empresas, el 50% son mujeres y el 15% pertenecen a grupos vulnerables, un dato que subraya la importancia de la equidad y la inclusión en este modelo de negocios.
Los sectores de impacto
Las empresas de impacto en México abarcan diferentes sectores, siendo los más predominantes el ambiental (48.9%), el social (29.5%) y el económico (21.6%). Esto significa que casi la mitad de estas iniciativas están enfocadas en la sostenibilidad y en reducir el impacto negativo de la actividad humana en el medio ambiente, a través de proyectos como economía circular, energías renovables y reducción de residuos.
Por otro lado, las empresas con enfoque social han centrado sus esfuerzos en promover la equidad, la educación y la inclusión financiera, mientras que aquellas con impacto económico trabajan en la generación de empleo y el fortalecimiento de comunidades con acceso limitado a oportunidades laborales.
El apoyo institucional como clave del éxito
Otro factor que ha contribuido al crecimiento de estas empresas es la existencia de programas de apoyo. Según el estudio, el 76% de los emprendimientos analizados han participado en incubadoras, aceleradoras o mentorías, lo que ha permitido que sus modelos de negocio se consoliden y escalen con mayor rapidez.
Ana Vanessa González Deister, directora de Fomento Social Banamex, destacó la importancia de estas iniciativas para el desarrollo del ecosistema emprendedor: “Gracias a la colaboración con Impact Hub Ciudad de México, podemos ofrecer formación, financiamiento y redes de apoyo para que los emprendedores sociales escalen sus iniciativas y maximicen su impacto”.
El futuro del emprendimiento con impacto
El crecimiento de estas empresas no solo es una tendencia, sino una necesidad en un mundo que enfrenta grandes desafíos. La combinación de rentabilidad y propósito está marcando la pauta para una nueva generación de emprendedores que buscan transformar a México con soluciones sostenibles, equitativas e inclusivas.
A medida que más inversionistas y organismos comienzan a reconocer el potencial de este modelo de negocio, se espera que las empresas de impacto continúen creciendo y consolidándose como un pilar clave para el desarrollo del país. El reto ahora es seguir promoviendo políticas y programas que faciliten su acceso a financiamiento y fomenten la adopción de prácticas empresariales responsables en todos los sectores de la economía.