La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de elevar al 50% los aranceles al acero mexicano ha encendido las alarmas en la industria siderúrgica nacional.
De acuerdo con un comunicado, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (CANACERO), la medida no solo carece de justificación, sino que atenta contra los principios de integración económica regional establecidos en el T-MEC.
El nuevo arancel impacta directamente a los socios comerciales más cercanos de Estados Unidos, mientras que naciones como China continúan operando con subsidios agresivos y prácticas de depreciación monetaria para esquivar medidas similares. En este contexto, penalizar al acero mexicano parece más una acción política que económica.
México ha mantenido una apertura total a las exportaciones de acero de EE. UU., incluso con un superávit de 4 mil millones de dólares en productos terminados a favor del país vecino. Esta balanza podría aumentar aún más en 2025, debido a la caída del 50% en las exportaciones mexicanas durante abril y mayo.
CANACERO confía en que las negociaciones lideradas por la Secretaría de Economía logren revertir esta medida, antes de que el daño a la cadena productiva y al empleo sea irreversible.
