CIBanco, decidió demandar al Departamento del Tesoro de Estados Unidos porque en junio pasado las autoridades de ese país lo sancionaron y le cerraron el acceso al sistema financiero norteamericano.
¿El motivo? El Tesoro, a través de la oficina llamada FinCEN, señaló que el banco estaba vinculado con operaciones de lavado de dinero a favor del narcotráfico. Sin embargo, CIBanco asegura que la sanción fue injusta y que nunca tuvo oportunidad de defenderse.
En su demanda, presentada en Washington, el banco advierte que esta medida podría llevarlo a una “desaparición inminente”. Y no solo eso: la decisión ya afectó a miles de clientes. Por ejemplo, 150 mil tarjetas de prepago dejaron de funcionar, además de otras 70 mil tarjetas de débito que ya no sirven en el extranjero.
También quedaron congelados más de 38 millones de dólares en cuentas de Estados Unidos, recursos que pertenecen a fideicomisos e inversionistas, incluyendo fondos de pensiones y ahorros de trabajadores como maestros y personal de emergencias.
La situación, señala el banco, no solo amenaza a sus clientes, sino también a más de 3 mil empleados que podrían perder su trabajo si la institución colapsa.
Por todo esto, CIBanco le pide a la corte estadounidense que suspenda la sanción, al menos de forma temporal, mientras demuestra que las acusaciones en su contra no tienen fundamento.
Hasta ahora, el Tesoro y FinCEN no han respondido públicamente a la demanda.
