La relocalización de cadenas de suministro, también conocida como nearshoring, se perfila como una tendencia que beneficiará la economía mexicana en los próximos años, según la Asociación de Bancos de México (ABM).
Específicamente en el ámbito crediticio, se espera que esta tendencia genere un impacto positivo. De acuerdo con estimaciones de la ABM, la cartera de crédito empresarial de los bancos podría aumentar entre 41 mil y 112 mil millones de pesos anualmente, lo que representaría financiamiento para entre tres mil y ocho mil empresas.
“Un mayor crecimiento económico también conlleva un aumento en la demanda de crédito”, destacó Julio Carranza, presidente de la Asociación, durante la conferencia inaugural de la 87 Convención Bancaria.
Esta proyección, declaró, implica un potencial crecimiento adicional anual del crédito empresarial del 2.5%. Sin embargo, para aprovechar plenamente el potencial de la relocalización de inversiones, el país debe superar ciertos desafíos.
El presidente de la Asociación de Bancos de México, indicó que entre estos desafíos se encuentran la necesidad de formalizar la economía, fortalecer las relaciones con Estados Unidos desde el ámbito público y promover la inversión en investigación y desarrollo, así como la integración de cadenas de valor para el sector privado.
En este sentido, señaló que tanto el sector público como el privado deben colaborar en proyectos de infraestructura, facilitar el establecimiento de nuevos negocios y promover la formación de capital humano.
Se estima que aprovechar todo el potencial del nearshoring podría impulsar el crecimiento adicional del Producto Interno Bruto (PIB) en un 0.43% durante los próximos cuatro años, lo que representaría una suma total del 1.7%.
¿QUÉ ES EL NEARSHORING?
La relocalización de cadenas de suministro se ha vuelto una estrategia cada vez más popular para las empresas que buscan reducir costos y mejorar la eficiencia operativa. Este enfoque implica trasladar la producción o parte de ella a países cercanos, en lugar de mantenerla en ubicaciones más lejanas.
En el caso de México, su proximidad con Estados Unidos lo convierte en un destino atractivo para la relocalización de empresas estadounidenses que buscan reducir la dependencia de proveedores en países como China.
Uno de los principales beneficios del nearshoring es la reducción de los costos de transporte y logística. Al estar más cerca de los mercados de consumo, las empresas pueden ahorrar en costos de flete y reducir los tiempos de entrega. Además, la proximidad geográfica facilita una mayor colaboración y comunicación entre las empresas y sus proveedores, lo que puede mejorar la eficiencia y la calidad de los productos.
Otro beneficio importante del nearshoring es la reducción del riesgo operativo. Al trasladar la producción a países cercanos, las empresas pueden evitar los riesgos asociados con la volatilidad política y las tensiones comerciales entre países distantes.
Esto puede ayudar a proteger la cadena de suministro de interrupciones y garantizar una mayor estabilidad en la producción y distribución de productos.
Además de los beneficios económicos y operativos, el nearshoring también puede tener un impacto positivo en el desarrollo económico y social de los países receptores. Al atraer inversiones y generar empleo en sectores clave como la manufactura y la logística, el nearshoring puede contribuir al crecimiento económico y la creación de oportunidades para la población local.
¿Qué opinas del nearshoring, ya sabías de este concepto?