¿Quién de niño no boleó sus zapatos de la escuela con la tinta de “El Oso”? Tal vez recuerdes a tu abuelo en el ritual de lustrar sus zapatos con la emblemática grasa para calzado de esta empresa. Por más de un siglo, “El Oso” fue parte de la vida cotidiana de miles de mexicanos, consolidándose como un símbolo de tradición y calidad.
Con sede en la colonia Portales Sur, en la Ciudad de México, la fábrica no solo representaba el esfuerzo de generaciones, sino también un ícono en la historia de la industria nacional. Sin embargo, el pasado viernes 17 de enero de 2025, “El Oso” enfrentó uno de sus episodios más oscuros: fue desalojada de sus instalaciones por autoridades capitalinas.
Las imágenes del desalojo, difundidas en redes sociales, mostraron a empleados y colaboradores retirando pertenencias en cajas y bolsas de plástico, que quedaron apiladas en la calle. La escena reflejaba la incertidumbre y desolación tras décadas de arduo trabajo.
En un comunicado, la empresa denunció que este acto fue consecuencia de no ceder a “las extorsiones del crimen organizado, la competencia desleal y las autoridades corruptas”. Afirmaron que su patrimonio fue invadido y su fuente de trabajo, destruida. Sin embargo, dejaron claro que no se rendirán y que seguirán luchando por preservar su legado.
Tras el desalojo de su fabrica en CDMX y su comunicado, la empresa EL OSO exhibe la triste e impotente realidad de México:
— 𖤐El Zombie II𖤐𝕏 (@DimeFred2) January 19, 2025
Si no le entras a las extorsiones del crimen organizado y del gobierno, no avanzarás.
Mames… Y la gente saqueando mientras hacían el desalojo. Puta gente pic.twitter.com/q4bRKNmGpT
Para muchos, “El Oso” no es solo una fábrica, sino un símbolo de identidad y nostalgia. Aunque el futuro es incierto, la resistencia de esta empresa centenaria sigue inspirando a quienes crecieron con su huella en sus vidas.
“El Oso”: Tres generaciones detrás de una fábrica icónica en México

La historia de la emblemática empresa mexicana “El Oso” es un ejemplo de tradición y resiliencia en el sector industrial. Fundada hace más de un siglo por Don Prisciliano Pérez Buenrostro, originario de Jalpan, Querétaro, surgió de su inquietud por ofrecer un producto de calidad para el cuidado del calzado en México.
Llegó a la Ciudad de México en el siglo XX, Don Prisciliano inició esta empresa que, con el tiempo, se convirtió en un símbolo de calidad y confianza.
Actualmente, “El Oso” está bajo la dirección de Alberto Pérez Lozano, nieto del fundador y representante de la tercera generación al frente del negocio familiar. La fábrica, ubicada en la colonia Portales Sur de la Ciudad de México, ha trascendido generaciones gracias a sus productos como grasa y pintura para calzado. Hoy, más que una fábrica, es un ícono que refleja el esfuerzo y compromiso de la familia Pérez.