Este miércoles, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió reducir en 25 puntos base su tasa de interés, situándola en un rango entre 4.25% y 4.5%. Este ajuste responde a las expectativas del mercado y se da en un momento en que la inflación anual en noviembre se ubicó en un 2.7%, lo que representa el segundo mes consecutivo de alzas.
De acuerdo con KPMG, el presidente de la Fed, Jerome Powell, enfrenta el desafío de controlar la inflación sin provocar una desaceleración económica, ya que, aunque ha disminuido desde su pico del 9.1% en 2022, las presiones siguen existiendo.
Además, la economía estadounidense sigue sorprendiendo, con un crecimiento del PIB superior al esperado y un desempleo históricamente bajo. A pesar de esto, los economistas alertan sobre los posibles retrasos en los planes de reducción de tasas proyectados para 2025, especialmente ante la incertidumbre política y económica, incluyendo las políticas fiscales que podrían retornar con un posible regreso de Donald Trump a la presidencia en 2025.
La Fed se enfrenta a un escenario complejo, en el que deberá manejar con cautela sus decisiones para mantener la estabilidad económica y financiera. Powell, conocido por su enfoque pragmático, tendrá que equilibrar las expectativas del mercado con la realidad de un panorama económico en constante cambio.