Un impuesto del 5% sobre el patrimonio y las ganancias de los más ricos en los países del G20 podría recaudar 1.5 billones de dólares al año, según un estudio de Oxfam en Brasil. Esta cantidad sería suficiente para erradicar el hambre mundial y apoyar a países de bajos y medianos ingresos en la adaptación al cambio climático y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Con estos fondos, también se podrían destinar más de 546,000 millones de dólares adicionales para servicios públicos y medidas contra el cambio climático en los países del G20. Oxfam señala que los países de este grupo recaudan cuatro veces más por impuestos al consumo que por impuestos al patrimonio, y destaca la disminución de las tasas impositivas sobre los ingresos del 1% más rico de un 60% en 1980 a un 40% en 2022.
La ONG resalta la creciente desigualdad y la baja tasa efectiva de impuestos para los superricos en comparación con los trabajadores promedio. Este tema adquiere relevancia antes de la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de Bancos Centrales del G-20 en São Paulo, donde Brasil destaca la lucha contra el hambre y las desigualdades como temas prioritarios durante su presidencia temporal del foro.
