El chocolate mexicano es mucho más que un producto: es un emblema nacional que combina historia, identidad y un creciente potencial económico, así lo aseguró Paolo Quadrini, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates (ASCHOCO).
Durante una cata de tequila y chocolate organizada por el Consejo de la Comunicación, el Consejo el Consejo Regulador del Tequila, el Museo del Chocolate y la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares, Paolo Quadrini subrayó que el chocolate representa una experiencia sensorial única, gracias a su complejidad en aromas, sabores y texturas. Esta riqueza lo ha llevado a posicionarse como protagonista en cartas gourmet, maridajes y experiencias gastronómicas tanto en México como en el extranjero.
“Tenemos excelentes tequilas, excelentes chocolates. En cada sorbo y en cada bocado hay un pedazo del alma mexicana”, afirmó.
A nivel global, se producen alrededor de 5 millones de toneladas de cacao al año, concentradas principalmente en África Occidental. Costa de Marfil y Ghana lideran con cerca del 70% de la producción mundial. México, aunque se encuentra en los lugares 13 o 14 con una producción de entre 25 mil y 27 mil toneladas anuales, mantiene una relevancia particular por su legado cultural y su esfuerzo por impulsar la calidad y la sostenibilidad.
¿Y EL REY DE CHOCOLATE?
Tabasco y Chiapas producen el 90% del cacao nacional, seguidos por Oaxaca, Veracruz y Guerrero. Según ASCHOCO, más de 45 mil familias participan en esta cadena productiva, muchas de ellas transmitiendo sus saberes de generación en generación y adoptando tecnologías que promueven una producción más sostenible.
La industria del chocolate en México genera aproximadamente 60 mil empleos directos y más de 200 mil indirectos, con una participación equilibrada entre hombres y mujeres. Además, el valor económico de este sector supera los 50 mil millones de pesos anuales, con una fuerte presencia de pequeñas y medianas empresas (97% del total), las cuales generan el 30% del empleo de la industria.
DESAFÍOS DEL SECTOR
No obstante, el contexto internacional plantea desafíos importantes. La escasez de cacao por cambio climático, enfermedades de las plantaciones y nuevas regulaciones en trazabilidad y deforestación (impulsadas por la Unión Europea) han provocado volatilidad en los precios. Frente a ello, organizaciones como la ICCO promueven marcos de acción con enfoque en agroforestería, mejora de semillas y monitoreo satelital para garantizar la viabilidad del cultivo a largo plazo.
En México, la innovación es una herramienta clave para fortalecer la competitividad. Quadrini explicó que la industria ha apostado por el desarrollo de productos premium y bebidas artesanales, fusionando el cacao con ingredientes como chiles, insectos y especias regionales, incluso envejeciendo chocolate en barricas de tequila o whisky.
“Estas innovaciones están llevando el chocolate a niveles cada vez más altos de sofisticación y personalización”, aseguró.
Además del sabor y la experiencia, el chocolate también ofrece beneficios nutricionales importantes, al ser rico en antioxidantes, hierro y magnesio. “Consumido con moderación y en alta concentración de cacao, el chocolate mexicano es una joya tanto para el paladar como para la salud”, apuntó el director de ASCHOCO.

Para avanzar, Quadrini enfatizó la necesidad de una gobernanza sólida que sume esfuerzos del gobierno, la iniciativa privada, el sector académico y las comunidades productoras. Solo así, dijo, será posible construir una cadena de valor más sostenible y competitiva, capaz de proyectar al chocolate mexicano como un verdadero referente mundial.
“El chocolate y el tequila son símbolos universales de México. Lo importante es reconocer que, para fortalecer nuestra presencia global, debemos trabajar juntos en transformar todo el sistema. Ahí está nuestra gran oportunidad”, concluyó.
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