Con un valor de mercado anual de 13,316 millones de dólares, equivalente al 2% del PIB manufacturero y al 1.3% del PIB industrial, la industria del papel en México se consolidó como un motor económico estratégico y un actor clave en la transición hacia la economía circular en América Latina.
En el foro digital organizado por Tork, líderes del sector de México, Colombia y Chile destacaron que el país produce 22 millones de toneladas de papel al año, de las cuales más del 80% proviene de material reciclado. En este sentido, México ostenta uno de los niveles de reciclaje más altos del mundo, con un 90% en fibras de papel recuperadas.
Elvia Cisneros, representante de la Cámara Verde de Comercio, advirtió que el papel mexicano no solo tiene un peso económico de gran magnitud, sino también una enorme responsabilidad ambiental. “Podemos mejorar la eficiencia energética en los esquemas productivos y avanzar hacia energías limpias. La infraestructura de recolección y reciclaje también debe fortalecerse para aprovechar aún más las fibras recicladas”, subrayó.
Además de la relevancia económica, el encuentro puso sobre la mesa los desafíos de eficiencia y ahorro en el consumo de papel. Tork destacó que, gracias a soluciones de innovación, es posible reducir hasta en 40% el uso de papel en entornos de alto tráfico, lo que no solo significa ahorros tangibles para las empresas, sino también menor demanda de recursos y menos emisiones.
Las proyecciones de Statista apuntan a que en 2025 los ingresos del mercado de papel tisú e higiénico en México alcanzarán 7,420 millones de dólares, con un crecimiento anual de 4.9% entre 2025 y 2029.
El foro concluyó que la innovación, la eficiencia energética y las alianzas estratégicas serán determinantes para que la industria papelera mantenga su papel como referente económico y ambiental en la región.
