Para Pau Messeguer, director de Análisis Económico de Banco Multiva, lo relevante no es únicamente que Moody’s elevó la calificación de Pemex con perspectiva estable. Lo clave —dice— es el cambio en el calendario de pagos: con las notas capitalizadas diseñadas por Hacienda, la petrolera difiere parte de su deuda y reduce los “golpes” de efectivo en el corto plazo.
Messeguer lo traduce así: Pemex no está ganando más hoy, pero deja de pagar tanto ahora y puede enfocarse en operar mejor. Es como reperfilar tu crédito: no te haces rico, solo respiras y organizas mejor el mes.
¿Qué cambia y por qué importa?
- Menos picos de pago inmediatos. La tesorería deja de estar al filo cada trimestre.
- Más margen para operar. Con menos urgencias de deuda, la empresa puede priorizar proyectos que sí generan caja.
- Falta ver el costo real. El alivio de liquidez debe compararse con el costo financiero de la nueva estructura; ahí se define si el movimiento convino o no.
El semáforo que sugiere Multiva seguir
- Calendario de vencimientos 2025–2027 (antes vs. después). ¿Se aplanaron de verdad los picos?
- Caja vs. deuda por trimestre. ¿El flujo operativo alcanza para intereses y amortizaciones sin ahogos?
- Tasa promedio de financiamiento. ¿La deuda “nueva” sale más barata que la “vieja”?
- Sensibilidad a petróleo y tipo de cambio. Un tropiezo ahí puede volver a apretar la liquidez.
Contexto más amplio
Según Messeguer, México esquivó la recesión gracias a las exportaciones, pero en 2026 se necesitarán políticas para activar inversión. La renegociación del T-MEC ese año puede traer certeza aun antes de cerrarse, porque el inicio de mesas ya manda la señal de continuidad. Además, recuerda que romper con EE. UU. sería carísimo para ambos y podría empujar a una recesión en los dos lados.