Legisladores y representantes de la industria refresquera sostuvieron un encuentro en el que se informó que el Gobierno federal y la Cámara de Diputados se comprometieron a ajustar la Ley de Ingresos, vía el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), para reducir la tasa de 3 pesos por litro a 1.5 pesos en el caso de bebidas bajas en azúcar. El objetivo es incentivar su consumo y respaldar los esfuerzos de reformulación de las empresas del sector.
En representación de la industria mexicana de Coca-Cola, Patricio Caso, vicepresidente de Asuntos Públicos de Coca-Cola México, agradeció la apertura del Legislativo y del Ejecutivo, destacando que este diálogo tripartito permitió alcanzar acuerdos “no recaudatorios, sino orientados a la salud pública”.
El directivo anunció que la industria mexicana de Coca-Cola, integrada por Coca-Cola, FEMSA, Arca Continental y Jugos del Valle-Santa Clara, implementará una reducción del 30% en el contenido calórico de su refresco clásico, comenzando por las presentaciones más grandes. El plan busca que el 70% del volumen comercializado en México cumpla con esta meta en un año.
La compañía también promoverá la migración de consumo hacia bebidas bajas y sin calorías, garantizando que estas tengan precios menores que las versiones regulares. Para ello, trabajará con distribuidores y canales comerciales, además de reforzar la señalización de precios en puntos de venta, a fin de que el beneficio económico llegue directamente al consumidor final.
En materia de mercadotecnia responsable, Caso anunció que Coca-Cola eliminará la presencia de menores de 16 años en su publicidad, priorizará la promoción de versiones sin azúcar y prohibirá la publicidad directa de la presentación de tres litros. Además, las campañas de productos mayores a un litro deberán enfocarse en momentos de consumo grupal o familiar, no individual.
Dentro de este mismo compromiso, la empresa incluirá a Coca-Cola Cero en todas las campañas y promociones relacionadas con la Copa Mundial del próximo año, y transformará la identidad visual de Coca-Cola sin azúcar para hacerla más atractiva e impulsar decisiones de consumo informadas.
Paralelamente, la compañía trabajará con la Secretaría de Salud y la Secretaría de Hacienda en un proyecto piloto nacional que promueva la migración hacia productos bajos en azúcar y establecerá una mesa de trabajo permanente con autoridades para dar seguimiento a los avances.
A su vez, la asociación MEXVED, que agrupa a empresas del sector, anunció cuatro líneas de acción: innovar y reformular productos, ampliar el portafolio bajo en calorías, impulsar el mercado de bebidas sin azúcar y fortalecer la autorregulación publicitaria, con un objetivo central: contribuir a mejorar la salud de las y los mexicanos.
El acuerdo marca un nuevo capítulo en la política de salud y fiscalidad alimentaria en México, al combinar incentivos fiscales con compromisos empresariales concretos. La industria refresquera, que representa miles de empleos y una importante recaudación vía IEPS, apuesta ahora por un modelo de crecimiento más saludable y sostenible.