La sociedad financiera popular (sofipo) Consejo de Asistencia al Microemprendedor (CAME) enfrenta una grave crisis de solvencia. Con más de 30 años de operación y cerca de 1.3 millones de clientes, la sofipo ha restringido sus operaciones en casi 50 sucursales del país, muchas ubicadas en zonas populares.
Desde hace meses se observaban señales de alerta: no reportó su información financiera de enero 2025 y solicitó retirar sus calificaciones de las agencias Verum y HR Ratings, que ya la tenían bajo observación negativa. Esta falta de transparencia ha encendido focos rojos en el sector financiero.
En 2022, CAME absorbió a su competidora Te Creemos, incrementando sus compromisos financieros. Al cierre de 2024, contaba con activos por 5,380 millones de pesos, siendo la sexta sofipo con más clientes y la séptima por volumen de activos.
Actualmente, muchas sucursales están cerradas, incluida su histórica oficina central en la Ciudad de México, ahora con un letrero de “En renta”. En las que siguen abiertas, no se aceptan depósitos ni se otorgan nuevos créditos, solo se reciben pagos de créditos vigentes.
Clientes han recibido mensajes como: “CAME no está otorgando créditos por actualización en su sistema… solo se realizan pagos”. Además, su app Techreo presenta fallas, lo que genera mayor incertidumbre.
En caso de quiebra, los ahorradores estarían protegidos hasta por 25,000 Udis (aprox. 211,119 pesos); sin embargo, el Fondo de Protección (Prosofipo) podría ser insuficiente para cubrir a todos los afectados.
Revisa tus cuentas y actúa con precaución. Esta situación podría escalar.
Con información de El Economista