El Tren Maya, uno de los proyectos ferroviarios más grandes de México, podría muy pronto ir más allá de nuestras fronteras. Los gobiernos de México, Guatemala y Belice quieren conectar esta red con los países vecinos para mover no solo turistas, sino también mercancías, y así fortalecer el comercio en toda la región.
La presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente guatemalteco Bernardo Arévalo anunciaron que empezarán las conversaciones y estudios para definir la ruta, los detalles técnicos y el alcance del plan. La promesa: no tocar áreas naturales protegidas y aprovechar caminos ya destinados al transporte.
Sheinbaum recordó que más de 1.5 millones de personas ya han viajado en el Tren Maya y que este año inició la construcción de su servicio de carga, que se enlazará con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y la Línea K hacia Chiapas.
Eso sí, México no construirá vías en Guatemala o Belice; será un esfuerzo de cooperación para que los beneficios de la infraestructura mexicana también lleguen a estos países.
Además, se planea otro enlace por la costa del Pacífico, entre Tecún Umán y Ciudad Hidalgo, para facilitar el paso de personas y mercancías. Los detalles se darán a conocer en Calakmul, Campeche.