La estabilidad financiera puede verse afectada por múltiples factores, desde crisis económicas hasta problemas de salud inesperados, por lo que la prevención siempre será una gran aliada.
En el caso de las mujeres, enfrentan desafíos particulares que hacen aún más importante la planificación y la prevención, ya que los datos muestran que la mayoría no cuenta con la protección adecuada para su tranquilidad financiera a lo largo de su vida.
De acuerdo con Melissa Rincón Trejo, agente de seguros de Grupo KC, existen tres pilares fundamentales que toda mujer debe proteger: su vida, salud y retiro.
“Los seguros juegan un papel clave, brindando tranquilidad y seguridad en tres pilares fundamentales: vida, salud y retiro. Y es que la falta de protección puede traducirse en inestabilidad financiera, por lo que al proteger estas áreas estás blindando tu bienestar a corto y largo plazo”, explica.
1. Seguro de vida: Tranquilidad para ti y tu familia
Las mujeres tienen una participación cada vez mayor en la economía, sin embargo, muchas aún no cuentan con una protección financiera adecuada en caso de fallecimiento y su pérdida podría dejar vulnerable a su familia, sobre todo, ante un contexto en el que uno de cada tres hogares son liderados por mujeres en México, según datos del Inegi.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, solo 11.2% de las mujeres en el país cuentan con un seguro de vida. Esta protección es clave para garantizar que tus seres queridos no enfrenten dificultades económicas y puedan mantener su calidad de vida.
“Algo que siempre menciono en mis asesorías para compartir la importancia del seguro de vida a las personas es que ‘es mejor que tu familia te extrañe a que te necesite’, por ello la importancia de proteger a los que más queremos, de brindarles la tranquilidad de no desequilibrar su economía o patrimonio al faltar en casa”, explicó Melissa Rincón.
Un seguro de vida no solo protege a tu familia, sino que puede ofrecer beneficios adicionales en vida, como la posibilidad de adelantar una parte del capital asegurado en caso de diagnóstico de enfermedades graves o invalidez total y permanente.
2. Seguro de salud: clave para mantener tu independencia
El acceso a la salud es un tema crítico, especialmente para las mujeres, quienes tienen necesidades médicas específicas en las diferentes etapas. Desde controles ginecológicos hasta tratamientos especializados, un seguro de salud puede marcar la diferencia entre recibir atención médica de calidad o enfrentar problemas económicos por gastos inesperados.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, arroja que el 6.3% de las mujeres tienen un seguro de gastos médicos, lo que deja a la mayoría en una situación de vulnerabilidad financiera ante una enfermedad grave o accidente, por ello tener una cobertura de salud permite acceder a consultas médicas, hospitalización y tratamientos sin comprometer tu economía.
3. Seguro de retiro: Libertad financiera para tu futuro
El retiro, es una de las etapas más desafiantes en términos financieros, especialmente para las mujeres, quienes suelen tener interrupciones laborales por el cuidado de la familia o percibir menores ingresos que los hombres. La ENIF 2024 señala que únicamente 34.2% de mujeres tienen una cuenta de ahorro para el retiro o Afore.
Un seguro de retiro puede ayudar a construir un fondo a largo plazo, asegurando mantener la independencia económica en el futuro. Hay opciones que te permiten ahorrar de manera flexible y garantizar una renta mensual al jubilarte, complementando el ahorro de tu afore.
“Existen coberturas independientes o incluso esquemas que protegen de manera integral estos tres pilares, como Metalife Mujer, un seguro de vida diseñado para mujeres ofrece una solución integral al proporcionar protección en caso de fallecimiento, respaldo económico ante enfermedades graves o invalidez, y construcción de un fondo de retiro con rendimientos garantizados”, comenta la especialista de Grupo KC.
Cabe destacar que las mujeres en México pueden acceder a estas coberturas desde los 18 hasta los 70 años, adaptándolas a sus necesidades y asegurando su bienestar en cada etapa de la vida. Para ello, la educación financiera y la planificación son herramientas fundamentales para lograr un futuro seguro e independiente para ti y los tuyos.