En Indonesia, la bandera de One Piece (sí, la negra con calavera y sombrero de paja de Luffy) se volvió un símbolo de protesta.
Todo arrancó cuando el presidente pidió a la gente poner la bandera nacional antes del Día de la Independencia, pero muchos sacaron la de los “sombreros de paja”, la tripulación pirata que en el anime se enfrenta a gobiernos corruptos y libera pueblos oprimidos.
Para muchos jóvenes y activistas indonesios, esa bandera representa ir contra el poder absoluto. La empezaron a usar en marchas y universidades, sobre todo después de las protestas de febrero, conocidas como Dark Indonesia, que denunciaban recortes en educación y más presencia del ejército en la vida civil.
Aunque no es ilegal, el gobierno la ve como una amenaza: la policía y el ejército han hecho redadas para quitar banderas y borrar murales de One Piece. Incluso Amnistía Internacional les dijo que en vez de censurar, deberían escuchar a la gente y resolver lo que provoca las protestas.
Un anime que muchos ven por diversión ahora es parte de un movimiento político real… y no todos en el poder están contentos con eso.
