La economía mexicana continúa mostrando resiliencia y fundamentos sólidos pese a un entorno internacional desafiante, afirmó Bertha Gómez Castro, subsecretaria de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quien destacó que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.7 por ciento entre el primer y segundo trimestre del año, cifra que superó las expectativas de los analistas y el promedio de crecimiento observado entre 2011 y 2019.
“Estos resultados confirman que la economía mexicana mantiene su dinamismo, aunque con cierta moderación respecto al año pasado. Nuestro país ha mostrado resiliencia ante choques externos y cuenta con fundamentos macroeconómicos sólidos”, señaló Gómez Castro.
Durante la presentación del Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública correspondiente al segundo trimestre de 2025, indicó que el crecimiento se explica principalmente por el fortalecimiento del consumo de los hogares, apoyado en un mercado laboral en expansión, mayores salarios y una sólida red de protección social, así como por la contribución positiva de las exportaciones netas, impulsadas por un tipo de cambio competitivo y la integración económica con Estados Unidos.
La subsecretaria de Hacienda destacó que el ingreso promedio de los hogares creció 10.6 por ciento en términos reales respecto a 2022, y 15.7 por ciento comparado con 2018.
Recaudación en máximos históricos
En materia de finanzas públicas, Bertha Gómez Castro reportó un incremento notable en los ingresos presupuestarios del Gobierno Federal, que crecieron 10.3 por ciento en términos reales anuales durante la primera mitad de 2025, muy por encima del promedio de la última década (2.4 por ciento).
Abundó que la recaudación por Impuesto Sobre la Renta (ISR) aumentó 7.9 por ciento, resultado del dinamismo del mercado laboral, mayores ingresos empresariales y rendimientos financieros, ubicándose 49 mil millones de pesos por encima de lo programado.
Mientras que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) creció 9.0 por ciento, impulsado por el consumo interno y una mayor eficiencia en la fiscalización aduanera, superando la meta en 47 mil millones de pesos.
Además, apuntó que los ingresos por comercio exterior avanzaron 33.2 por ciento, la mayor tasa registrada, gracias a la modernización aduanera y ajustes en fracciones arancelarias. En tanto, los ingresos no tributarios crecieron 30 por ciento, principalmente por un aumento de 45.9 por ciento en aprovechamientos.
Este desempeño, dijo, permitió incrementar en 3.5 por ciento las participaciones federales a entidades y municipios y destinar 34 de cada 100 pesos del gasto programable a programas de protección social, cuyo apoyo per cápita aumentó 5.1 por ciento real anual.
Déficit controlado y deuda en niveles bajos
Por otra parte, la subsecretaria de Egresos de Hacienda informó que el déficit presupuestario fue 192 mil millones de pesos menor a lo previsto y que el balance primario registró un superávit de 235 mil millones, superando ampliamente la meta establecida para el periodo.
En cuanto a la deuda pública, el saldo cerró junio en 49.5 por ciento del PIB, una reducción respecto al 51.3 por ciento observado al cierre de 2024. “México se mantiene entre las economías emergentes con menor nivel de deuda, lo que preserva la confianza de los mercados financieros y garantiza condiciones de financiamiento favorables”, afirmó Gómez Castro.
Agregó que, pese a un incremento del 10.8 por ciento real anual en el costo financiero, este rubro fue 20 mil millones de pesos menor a lo programado gracias a una estrategia activa de manejo de pasivos, que permitió reducir presiones de vencimiento y optimizar el costo del servicio de la deuda.
Pese a la volatilidad global, Gómez Castro destacó que la percepción de riesgo sobre México mejoró, con una reducción de 55 puntos base en la prima de las permutas de incumplimiento crediticio.
Perspectivas y estabilidad fiscal
En este sentido Bertha Gómez Castro subrayó que la estabilidad macroeconómica y fiscal del país ofrecen certidumbre sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas y sientan las bases para la elaboración del Paquete Económico del 2026.
“Estamos comprometidos con mantener una vigilancia constante sobre el entorno macroeconómico y los mercados financieros, adoptando decisiones oportunas que protejan la estabilidad fiscal del país. La solidez de nuestras finanzas públicas, junto con la confianza de los inversionistas, constituye un ancla para la continuidad de nuestro proyecto de desarrollo con bienestar”, concluyó.