La justicia ha puesto la lupa sobre la administración del exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, tras emitirse una orden de aprehensión en su contra por presuntos actos de corrupción. El exmandatario es acusado de peculado, administración fraudulenta, operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa, delitos que habrían ocurrido durante su gestión.

Junto a él, otros siete exfuncionarios enfrentan señalamientos por su participación en la red de desvío de recursos. Entre los implicados se encuentran Carlos Maldonado Mendoza, exsecretario de Finanzas; J. Antonio Bernal Bustamante, exsecretario de Seguridad; Mario Delgado Murillo, exdelegado de Finanzas; y Elizabeth Villegas Pineda, exfuncionaria de la Secretaría de Seguridad Pública.

Las investigaciones han dado sus primeros resultados con la detención de algunos involucrados. Uno de los arrestos más relevantes es el de Carlos Maldonado Mendoza, capturado en Estados Unidos y en espera de su extradición.

El caso ha provocado indignación entre la ciudadanía, que exige que los responsables enfrenten las consecuencias. Mientras tanto, el paradero de Aureoles continúa siendo incierto, dejando abierta la pregunta sobre si se entregará o intentará eludir la justicia.