La Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que algunas identificaciones encontradas en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, pertenecen a personas detenidas.

El fiscal Alejandro Gertz Manero señaló irregularidades en las investigaciones realizadas desde 2022, cuando el rancho, señalado como un “centro de exterminio”, fue intervenido por primera vez.

El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ingresó al predio en marzo de 2024, localizando más de 1,300 indicios, entre ellos restos humanos calcinados, cientos de pares de zapatos, maletas y otros artículos personales.

Gertz Manero indicó que en 2022 no se inspeccionó adecuadamente el lugar, quedando abandonado sin protección federal. Además, no se realizaron seguimientos a los testimonios ni se establecieron vínculos entre autoridades locales y cárteles criminales que operan en la región.

El fiscal criticó la falta de intervención inmediata por delitos de posesión y uso de armas de alto calibre, así como por delincuencia organizada. Aseguró que no se investigó debidamente el hallazgo de ropa y objetos personales que podrían ayudar a identificar a las víctimas.

La FGR solicitó con carácter de urgencia a la Fiscalía de Jalisco la entrega de peritajes definitivos y actuaciones relacionadas con el caso.

Este hallazgo resalta la crisis de desapariciones vinculadas al crimen organizado en México y evidencia deficiencias en la investigación y protección de estos sitios, que continúan siendo escenarios de impunidad y violencia.