En México, las mujeres enfrentan mayores dificultades para ahorrar en comparación con los hombres, así lo da a conocer el estudio “Entendimiento de las decisiones de ahorro de los consumidores mexicanos”, realizado por Banco Sabadell y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), mismo que señala que las mujeres ahorran menos que los hombres en todos los niveles socioeconómicos.
La brecha es especialmente significativa en los sectores de altos ingresos, donde la diferencia alcanza el 13.7%, mientras que en los niveles más bajos esta disparidad se reduce al 3.8%.
En entrevista con Novus News Mx, María Merino, profesora e investigadora del ITAM, explicó que la forma en que las mujeres administran sus recursos también difiere de la de los hombres. Mientras que ellas suelen destinar su dinero al bienestar de su familia, los hombres tienden a enfocarse en inversiones y metas personales a largo plazo. Esta diferencia en las motivaciones puede tener un impacto directo en la estabilidad financiera de ambos.

El estudio señala que el 60.9% de los mexicanos cuenta con una cuenta formal de ahorro, sin embargo, solo el 24.8% de la población logra ahorrar de manera regular, mientras que el 36.1% no tiene ningún tipo de ahorro.
De acuerdo con Merino, estos datos reflejan que el acceso a herramientas financieras no siempre garantiza su uso efectivo. Además, las personas utilizan distintos mecanismos para guardar dinero, desde cuentas bancarias y seguros hasta métodos informales como cajas de ahorro, tandas o simplemente resguardando efectivo en casa.
La investigadora del ITAM destacó que la decisión de ahorrar no depende únicamente del nivel de ingresos, sino también de factores emocionales, psicológicos y sociales. La seguridad financiera es una de las principales razones que motivan el ahorro, ya que permite a las personas sentirse protegidas ante imprevistos. Sin embargo, las experiencias personales y la educación financiera recibida también influyen de manera importante en la manera en que se administran los recursos económicos.
Otro de los aspectos relevantes es la diferencia generacional en los hábitos de ahorro. Los jóvenes entre 18 y 29 años son quienes más ahorran, con una tasa del 50%, pero este hábito disminuye con la edad. Asimismo, la tecnología juega un papel clave, ya que los jóvenes prefieren plataformas digitales para administrar su dinero, mientras que los adultos mayores optan por métodos tradicionales.

A pesar de la importancia del ahorro, muchas personas en México enfrentan dificultades para alcanzar sus metas financieras. Según el estudio, el 44% de los encuestados afirma que no puede ahorrar lo suficiente, mientras que el 30% atribuye esta situación a la falta de estabilidad laboral. Además, solo el 47% de las personas en niveles socioeconómicos altos cuenta con una cuenta de ahorro, cifra que disminuye en sectores de menores ingresos.
La brecha de género también representa un reto, ya que las mujeres enfrentan más barreras para ahorrar, lo que limita su capacidad de construir patrimonio a largo plazo. Merino enfatizó que más allá de los ingresos, existen factores como la percepción de que no es posible ahorrar, la falta de planeación y el desconocimiento de los instrumentos financieros disponibles, que influyen en la toma de decisiones económicas.
Por su parte, Luis Pons, subdirector general de Banca Personal en Banco Sabadell señaló durante la presentación que el ahorro es la herramienta que transforma los ingresos en oportunidades, permitiendo construir un futuro más estable y resiliente.
En este sentido, destacó que Banco Sabadell reafirma su compromiso con la estabilidad financiera de las personas, impulsando soluciones que fomenten el ahorro y fortalezcan la planeación financiera.
El estudio de Banco Sabadell y el ITAM basado en datos de la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI 2023) y en entrevistas a profundidad, pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la educación financiera en el país y diseñar estrategias que fomenten el ahorro, especialmente en sectores más vulnerables como las mujeres y las personas de bajos ingresos. Si bien el ahorro es una herramienta fundamental para la estabilidad económica, lograr que más mexicanos adopten este hábito sigue siendo un desafío clave para mejorar la salud financiera del país.