Especialistas, pacientes y psicoterapeutas coincidieron en que el mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la sangre poco conocido, requiere más difusión, diagnóstico temprano y acompañamiento integral, pues su complejidad y síntomas difusos provocan diagnósticos tardíos y un alto índice de mortalidad en México.
Durante el conversatorio “Voces y Experiencias sobre el Mieloma Múltiple”, organizado por la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC), la directora general de la organización, Mayra Galindo Leal, explicó que este padecimiento representa una carga creciente para la salud pública, con 2,500 nuevos casos al año y más de 1,500 muertes anuales.
“El mieloma múltiple se ubica entre los tres cánceres hematológicos más frecuentes, junto con las leucemias y linfomas. Su invisibilidad y la vaguedad de sus síntomas dificultan su diagnóstico temprano, por eso urge aumentar la conciencia social y médica sobre sus señales de alerta”, señaló Galindo.
El padecimiento, que antes afectaba principalmente a personas mayores de 60 años, ahora se presenta desde los 40 e incluso se han registrado casos en jóvenes de 18 años, lo que refleja una tendencia preocupante. Entre los síntomas más comunes se encuentran dolor óseo, fracturas sin causa aparente, exceso de calcio en la sangre y daño renal.
Galindo destacó que, aunque existen tratamientos más eficaces y nuevos medicamentos desarrollados en la última década, el gran reto es detectar el cáncer a tiempo. Una biometría hemática completa puede ser clave para identificar señales tempranas.
La especialista también subrayó la importancia del acompañamiento psicológico como parte del tratamiento. “El diagnóstico de cáncer es un golpe emocional fuerte. Contar con apoyo psicológico desde el inicio puede marcar la diferencia. En la AMLCC ofrecemos este servicio gratuito a pacientes y familiares”, comentó.
El conversatorio enfatizó la necesidad de educación en salud y de más hematólogos en México, ya que actualmente existe un número insuficiente de especialistas frente al tamaño de la población.
“Informar es también salvar vidas”, concluyó Galindo Leal. “Mirar las señales y actuar a tiempo es un acto de supervivencia.”


