La recaudación fiscal en México ha mostrado un incremento sostenido durante los primeros once meses del año, alcanzando los 4 billones 517,030 millones de pesos. Este aumento del 6.2 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior, resalta el éxito de las políticas fiscales implementadas en los últimos años, en particular, el uso intensivo de tecnologías avanzadas, incluidas la Inteligencia Artificial (IA).
De acuerdo con Rodolfo Servín Gómez, vicepresidente de relaciones y difusión en el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, el incremento en la recaudación se ha logrado gracias a la implementación de una fiscalización estratégica que utiliza la facturación electrónica y herramientas de IA.
En conferencia de prensa, destacó que la clave para entender este éxito está en cómo las autoridades fiscales han aprovechado la información de los contribuyentes. La factura electrónica, uno de los elementos más relevantes de esta estrategia, ha permitido a las autoridades obtener datos precisos y actualizados en tiempo real, lo que facilita la identificación de inconsistencias y comportamientos atípicos.
Rodolfo Servín señaló que el uso de algoritmos y robots para analizar grandes volúmenes de datos ha permitido detectar irregularidades con una mayor precisión y en menos tiempo, lo que aumenta la eficiencia de la recaudación fiscal. Esto se logra mediante el cruce de datos de comprobantes fiscales digitales con las declaraciones de los contribuyentes, lo que permite a las autoridades emitir alertas tempranas sobre posibles discrepancias.
El impacto de la percepción de riesgo en los contribuyentes
Por otra parte, explicó que un fenómeno clave en este proceso ha sido la percepción del riesgo entre los contribuyentes. En este punto, comentó que con el avance de la tecnología, los contribuyentes saben que las autoridades fiscales tienen acceso a una gran cantidad de datos sobre sus transacciones, lo que los hace más propensos a corregir errores antes de que se conviertan en sanciones.
Esta autocorrección, detalló, es uno de los pilares de la fiscalización de gestión, que, aunque no conlleva la misma contundencia de una auditoría formal, permite a los contribuyentes ajustar sus declaraciones con mayor rapidez y sin enfrentar grandes penalizaciones.
Un futuro fiscal con mayor fiscalización digital
Con este panorama, dijo que desde el IMCP prevén un 2025 con una fiscalización aún más robusta y centrada en el uso de tecnología, sin necesidad de una reforma fiscal inmediata.
En este sentido, aseguró que se espera que el Plan Maestro de Fiscalización Estratégica continúe evolucionando, permitiendo que incluso los contribuyentes más pequeños y medianos se beneficien de la misma eficiencia y transparencia que las grandes empresas.
Agregó que, aunque la fiscalización digital ha sido exitosa, aún existen aspectos que requieren revisión y actualización en la normativa fiscal del país.
Cabe señalar que dentro de la recaudación tributaria, el Impuesto sobre la Renta (ISR) es el principal generador de ingresos, con 2 billones 430 mil millones de pesos recaudados de enero a noviembre. A este le sigue el Impuesto al Valor Agregado (IVA), con una recaudación de 1 billón 300 mil 345 millones de pesos.
Además, los impuestos especiales sobre productos como bebidas alcohólicas, tabaco y productos con alto contenido calórico también contribuyen de manera significativa al aumento general de los ingresos fiscales del país.