La presidenta Claudia Sheinbaum minimizó los rumores sobre el acomodo de los líderes de Morena durante el festejo por su primer año de gobierno en el Zócalo, luego de que fueran ubicados detrás de vallas metálicas y lejos del templete presidencial. “Son chismes, no hay ningún mensaje”, dijo con aparente calma, aunque el gesto no pasó desapercibido para nadie.
La escena recordó aquel episodio de marzo, cuando varios morenistas le dieron la espalda mientras se tomaban una foto, desatando críticas y tensiones dentro del partido. Esta vez, los dirigentes no repitieron el error… aunque terminaron literalmente cercados.
“Hoy nos encorralaron para no cometer aquel error”, ironizó Ricardo Monreal, quien aseguró entre risas que no lo sintió como un regaño. Sin embargo, más de uno en el templete interpretó las vallas como un recordatorio de quién manda.
Pese a las bromas, Monreal admitió que Sheinbaum reconoció el trabajo de las bancadas en las reformas, tratando de dejar claro que, al menos por ahora, la disciplina partidista sigue firme.