ESET, líder en detección proactiva de amenazas, celebra 20 años en América Latina, reflexionando sobre la evolución del malware y los desafíos en ciberseguridad. En estas dos décadas, el malware ha pasado de simples virus a sofisticadas herramientas de espionaje y sabotaje utilizadas por actores estatales y criminales organizados.
Entre 2000 y 2010, virus como Melissa y Love Bug causaron estragos, destacando la necesidad de educación en ciberseguridad. Durante la siguiente década, el cibercrimen se profesionalizó con amenazas como el ransomware y las APTs, que atacaron empresas y gobiernos.
Actualmente, las APTs y el ciberespionaje en Latinoamérica, incluyendo campañas como “Machete”, resaltan la vulnerabilidad de la región. El cibercrimen sigue siendo un negocio lucrativo, con troyanos bancarios y fraudes más sofisticados. La extorsión digital, especialmente mediante ransomware, ha crecido exponencialmente, exponiendo vulnerabilidades críticas.
Federico Pérez Acquisto, Presidente de ESET Latinoamérica, enfatiza el compromiso de la empresa con la educación, la investigación y el desarrollo de soluciones tecnológicas para proteger la vida digital de personas y empresas en la región, destacando la importancia de una combinación de tecnología de calidad y usuarios capacitados en ciberseguridad.