La inseguridad que enfrentan sectores como transporte, comercio y manufactura está generando presiones económicas poco visibles pero persistentes, aseguró Iván Arias, director de Estudios Económicos de Banamex.

En entrevista con Novus News MX, explicó que aunque el impacto no siempre se refleja de inmediato en los indicadores macroeconómicos, el economista advirtió que los costos asociados a extorsiones, cobro de piso y robo “alteran la estructura de gastos de las empresas” y desplazan recursos que normalmente se dirigirían a inversión productiva.

Arias explicó que, ante un entorno de mayor riesgo, las compañías deben destinar más presupuesto a la protección de mercancías, transporte seguro, personal de vigilancia y aseguramiento de instalaciones, decisiones que presionan los márgenes operativos. “Es un costo que en un ambiente de seguridad más favorable no existiría, y que podría estar utilizándose para contratar personal o ampliar capacidad”, señaló.

El efecto también puede trasladarse, aunque de forma difusa, a los precios finales. “En el agregado es difícil identificarlo en cada periodo, pero sí incide vía costos y, por tanto, en precios”, subrayó.

Un factor silencioso rumbo al T-MEC 2026

Arias consideró que para Estados Unidos, los temas de seguridad, migración y comercio no se negociarán por separado durante la revisión del T-MEC. Washington buscará “amarrar en paquete” todos los elementos estratégicos, lo que significa que la percepción sobre el control del crimen organizado, el tráfico de drogas o la seguridad en rutas logísticas podría condicionar la postura estadounidense en materia arancelaria y regulatoria.

El especialista añadió que la presión sectorial estará influida por el ciclo electoral estadounidense: agricultores de Florida y California impulsarán reglas más estrictas; productores de granos buscarán eliminar restricciones mexicanas a semillas modificadas; mientras que el sector automotriz tenderá a defender la competitividad regional.