La comunidad de hackers conocida como Cyber Hunters logró un golpe significativo al desmantelar el sitio web oficial del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. La operación, que ha sido calificada por los mismos hackers como un acto estratégico para defender los principios de libertad y justicia, dejó el sitio web bajo control de los atacantes.

La acción ha sido destacada en las redes sociales con el hashtag #TangoDown y un mensaje en el que se reafirma el compromiso de los hackers con una web libre y democrática.

Cabe destacar que el ataque al sitio web del presidente brasileño ha generado gran preocupación entre las autoridades y ciudadanos, quienes aún esperan una respuesta oficial sobre las implicaciones del incidente. La intervención de #CyberHuntersOp subraya el creciente impacto de los ciberataques en la seguridad de las instituciones gubernamentales.

Red financiera de Maduro: Saqueo de oro y compra de armas

A principios de agosto, Anonymous y CyberHunters liberaron la ‘botnet’ más grande del mundo para atacar el gobierno venezolano. Según la cuenta de X @White_Hunters, esta ‘botnet’, que cuenta con una capacidad de ataque de hasta 5 terabytes por segundo, fue utilizada para desafiar al régimen de Nicolás Maduro.

En aquel entonces, los hackers declararon haber obtenido información confidencial, incluyendo números de teléfono, correos electrónicos y domicilios vinculados al gobierno venezolano.

Como parte de esta operación, se reveló una extensa red financiera asociada al gobierno de Nicolás Maduro. Tras el hackeo del Banco Central de Venezuela, se descubrió un complejo entramado internacional de transferencias bancarias que involucra países como Uganda, Irán y Dubái.

De acuerdo con la información proporcionada por los hackers ASTRA e Ilasan Kurosaki, se dio a conocer que 12 toneladas de oro, valoradas en aproximadamente 720 millones de dólares, fueron trasladadas de manera clandestina desde Venezuela utilizando al Banco de Uganda como una fachada. Estos fondos fueron redirigidos a cuentas en los Emiratos Árabes Unidos en 2019.

De igual forma, trascendió que mientras Venezuela enfrenta una crisis económica severa, con inflación descontrolada y un salario mínimo insuficiente, los fondos obtenidos a través de estas transferencias se han destinado a financiar empresas iraníes, así como a la compra de tecnología militar. Las transacciones, que superan los 50 millones de dólares, se han utilizado para adquirir armamento, lo que contrasta con la situación de emergencia humanitaria en el país.