La industria ganadera enfrenta pérdidas millonarias ante la entrada no autorizada de entre 500 mil y 700 mil becerros, que provienen de Centroamérica y no cumplen con los estándares sanitarios, lo que implica riesgos como el gusano barrenador, además, de que genera un comercio desleal.

Así lo advirtió Vicente Gómez Cobo, presidente de la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche) quien alertó que la entrada ilegal de becerros está causando pérdidas por 5 mil millones de pesos anuales en el sector ganadero.

Según Gómez Cobo, esta práctica afecta especialmente a los pequeños productores, quienes carecen del respaldo financiero necesario para absorber el impacto en sus cadenas productivas, lo que les lleva a malbaratar el precio de las reces, pues si por un becerro de calidad pagan 70 pesos el kilo, debido a este contrabando el costo se baja hasta los 10 pesos.

“Pues el costo es que no podemos tener un ingreso por los becerros, nacen 500 mil becerros que sacrificamos a 10 pesos el kilo, cuando pues podríamos llevarlos para las engordas a 150 o 200 pesos el kilo, donde sería un becerro que produciría carne para México, entonces esa utilidad no se queda en el productor mexicano, sino se va a pues todos estos grupos ilegales que importan, señaló.

Además, enfatizó que la exportación de México a otros países es marginal, pero el mayor socio del sector es Estados Unidos, por lo que la imposición de aranceles no afectaría si se tuvieran políticas públicas que respalden a los pequeños productores, ya que 90 por ciento de los lecheros en México son micro productores, es decir, tienen menos de 200 vacas.

La creación de políticas públicas que den certeza a los productores de leche en el país, dijo, favorecería el aumento en la producción de leche en México, que hoy en día no cubre la demanda nacional, por lo que 30 por ciento de lo que consumimos se importa, siendo Estados Unidos el principal vendedor.

Ante esto, Vicente Gómez Cobo señaló que factores como la fluctuación del tipo de cambio, la infraestructura portuaria insuficiente y la ausencia de instrumentos financieros especializados —como una financiera rural respaldada por el gobierno o la banca privada— complican aún más la situación de los productores.

Ante este panorama, resaltó que el sector demanda a las autoridades la implementación de medidas urgentes que frenen la entrada ilegal de becerros y fortalezcan el apoyo a los productores, a fin de garantizar la sustentabilidad y competitividad de la industria ganadera en México, considerando que se prevé que para el año 2050, México tendrá que importar la mitad de la leche que consume para satisfacer la demanda.