El liderazgo basado en el control, el presentismo y la vigilancia digital está dejando de ser funcional para las empresas mexicanas. Un análisis presentado durante la conversación organizada por Tecmilenio —en el marco del décimo aniversario de su Maestría en Liderazgo Positivo— reveló que los esquemas de monitoreo excesivo pueden incrementar la rotación de personal hasta 15%, según datos de la Universidad de Stanford. En un país donde 75% de los trabajadores padece estrés laboral, de acuerdo con el IMSS, el impacto económico es evidente.

Mauricio Reynoso, presidente de la AMEDIRH y autor del libro La Sabiduría del Líder, subrayó que el micromanagement “no solo erosiona la confianza, también encarece la operación”, pues la rotación y el agotamiento laboral elevan los costos ocultos de talento hasta doble dígito. Durante la última década, la Maestría en Liderazgo Positivo ha formado a más de 380 líderes, consolidando un modelo que prioriza bienestar, autonomía y propósito.

Salvador de Alva, expresidente del Tecnológico de Monterrey, agregó que el liderazgo jerárquico es incompatible con la velocidad que demandan los mercados impulsados por IA y digitalización. “El autoritarismo genera súbditos, no resultados”, afirmó. Su planteamiento coincide con investigaciones internacionales que muestran que las empresas con culturas conscientes superan consistentemente la rentabilidad del S&P 500, impulsadas por mayor innovación y menor rotación.

Ignacio “Nacho” de la Vega confirmó esta tendencia: la falta de bienestar laboral afecta la salud física (33%), mental (40%) y social (21%) del trabajador, impactando directamente la productividad. A nivel global, 50% de los empleados busca cambiar de empleo, mientras que en México la cifra es 29%.

Los especialistas concluyeron que el futuro competitivo dependerá menos de la vigilancia digital y más de liderazgos capaces de inspirar, flexibilizar y atraer talento en un entorno híbrido.