Si vives o trabajas en el centro de la CDMX, seguro ya te topaste con el plantón de maestros en el Zócalo o los bloqueos en Bucareli. Son parte de las protestas de la sección 7 del SNTE-CNTE, que, aunque retomará el diálogo con el Gobierno federal, ha decidido mantener su presencia en las calles.
Este lunes volvieron a manifestarse cerca de la Secretaría de Gobernación, donde se reunirán con autoridades de la SEP y el ISSSTE. ¿Qué exigen? La cancelación de reformas a la ley del ISSSTE (que afecta pensiones) y de la reforma educativa de 2014. También piden una reunión directa con la presidenta Claudia Sheinbaum.
La presión ha funcionado en algunos casos. El sábado, la sección 22 de Oaxaca —la más fuerte de la CNTE— acordó levantar su paro tras 17 días de bloqueos. A cambio, el Gobierno federal ofreció 800 millones de pesos para el siguiente ciclo escolar, destinados a salarios, reubicación de docentes y promociones. También prometió recursos para construir un hospital del ISSSTE en Oaxaca.
Mientras tanto, el plantón sigue, y para muchos chilangos, también el caos vial. Pero detrás del tráfico hay una lucha que viene de años atrás.