El Buen Fin 2025 dejó claro que, más allá del volumen de compras o de la participación masiva, el verdadero desafío para 2026 será recuperar la confianza del consumidor mexicano.

El estudio presentado por la Asociación de Internet MX y Offerwise expone un fenómeno que no suele aparecer en el discurso oficial: la distancia creciente entre lo que el comprador desea, lo que realmente encuentra y lo que percibe como seguro.

Si bien 86% de los encuestados reportó satisfacción general y 33% aseguró haber comprado por promociones atractivas, esa lectura optimista convive con una desconfianza persistente. Un 64% considera que los comercios “inflaron” precios antes del evento, una percepción que aumenta hasta 83% entre los mayores de 55 años. Este dato representa un punto de inflexión para el comercio electrónico y físico en 2026: el consumidor compra, pero sospecha.

El análisis también confirma que El Buen Fin ya no es un impulso emocional, sino un ejercicio de racionalidad económica. El 66% investigó precios previamente, 53% visitó tiendas físicas y 46% comparó en distintos portales antes de decidir. La omnicanalidad —63% compra en tienda física vs. 37% en línea— deja de ser tendencia: es un comportamiento consolidado.

Otro reto crítico es la ciberseguridad: 55% teme fraude, 48% filtración de datos y 31% phishing. Para un entorno que crece digitalmente, este nivel de riesgo percibido podría limitar el potencial del Buen Fin 2026 si la industria no aumenta estándares de protección y trazabilidad de precios.