La Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma a la Ley Aduanera impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, con 338 votos a favor y 129 en contra de PAN, PRI y Movimiento Ciudadano.
El dictamen eleva requisitos y responsabilidades para agentes y agencias aduanales, incrementa multas, crea un Consejo Aduanero con facultades para otorgar y retirar patentes y otorga a la ANAM mayores atribuciones para supervisar y, en su caso, cancelar autorizaciones, incluida la operación de mensajería y paquetería bajo despacho simplificado. Asimismo, obliga a recintos y operadores que trabajen fuera de puntos autorizados a contar con inventarios electrónicos, videovigilancia y monitoreo en tiempo real.
La mayoría oficialista presentó el paquete como una puesta a punto para frenar evasión, contrabando y malas prácticas, fortalecer la recaudación y llevar el comercio exterior a una etapa de mayor orden y legalidad. En síntesis: más candados y más ojos sobre lo que entra y sale por las aduanas.
La oposición cuestionó la distribución de responsabilidades. Legisladores del PAN, PRI y MC advirtieron que el dictamen endurece a los particulares pero no incluye mecanismos claros para sancionar a autoridades involucradas en redes de corrupción y en el huachicol fiscal. Sostuvieron que México sí requiere una reforma aduanera, pero que ésta “mueve los muebles, no limpia la casa”.
Desde Morena, el presidente de la Comisión de Hacienda, Carol Antonio Altamirano, defendió que la reforma modifica 65 artículos, adiciona 44 y deroga 9, y que los recursos dejarán de perderse en manos de particulares o malos funcionarios para pasar al erario.