Durante la primera quincena de enero, la inflación en México bajó a 3.69% anual, su nivel más bajo desde febrero de 2021, según el INEGI. Esto representa un alivio para los hogares, pues los precios han mostrado una moderación por cinco periodos consecutivos.
La disminución se debe principalmente a la inflación no subyacente, que incluye productos con precios más volátiles. Aquí, los precios agropecuarios, especialmente frutas y verduras, tuvieron una inflación negativa de -6.11% anual, lo que contribuyó al enfriamiento de los costos.
Sin embargo, la inflación subyacente, que refleja precios más estables como servicios y alimentos procesados, se aceleró ligeramente a 3.72% anual. En este rubro, los servicios mostraron una moderación, pero las mercancías alimenticias aumentaron a 3.83% anual.
Aunque las frutas y verduras bajaron, los energéticos subieron a 6.42% anual, lo que podría generar presión en los gastos de las familias. Estos cambios reflejan un escenario mixto, donde algunos productos alivian el bolsillo, mientras otros presentan aumentos.